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Fiebre del sabado noche
Fecha: 01/08/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... chuparla con verdadero frenesí. Nosotros no dábamos crédito a lo que estábamos viendo, pero no decíamos nada porque al fin y al cabo nos gustaba mirar aquello. Tenía una polla tremenda. Silvia se quedó por un momento alucinada mirando el espectáculo mientras su mano sobaba mi bragueta, hasta que se decidió a hacer lo mismo que Amparo. El espectáculo era impresionante. Mi mujer me daba una gran mamada sin ningún tipo de rubor ante aquella pareja que hacía lo mismo. Mis ojos no podían separarse de la preciosa boca de Amparo viendo cómo le entraba y le salía aquella polla digna de museo. Nacho estaba extasiado mientras miraba como me la chupaba mi mujer a mí. Al momento Amparo dejó de chuparle la polla y se recostó sobre el sofá que ocupaban poniendo la cabeza a pocos centímetros de nosotros mientras Nacho le levantaba la falda y apartándole un poco las bragas empezaba a lamerle el coño. Amparo nos miraba como pidiéndonos que les imitáramos, y supongo que por la excitación del momento y por los efectos de la bebida, así lo hicimos. Silvia se recostó para que le comiera el coño yo a ella de tal forma que mi boca pegada a su coño quedaba muy cerca de la cara de Amparo. Al momento noté como una mano hurgaba en mi bragueta, abría la cremallera y apartando el calzoncillo agarraba mi polla y me estremecí, pues no podía ser la mano de mi mujer que no llegaba desde la posición en que se encontraba. Efectivamente era la mano de Amparo que me la cogía y meneaba con gran maestría. Nacho ...
... nos miró, sonrió y siguió trabajando el coño de su mujer. La sensación era indescriptible cuando mi mujer se dio cuenta y se excitó muchísimo más. De repente Nacho se levantó y metió su polla de nuevo en la garganta de Amparo aún recostada en el sofá y vi como su mano se acercaba a las tetas de mi mujer empezando a sobarlas. Silvia abrió los ojos de golpe, me miró y con aquella mirada me pedía que permitiera que Nacho siguiera tocándole las tetas. La verdad es que a mí me excitaba mucho aquella situación y no solo lo permití, sino que cambié de posición para que Nacho tuviera mejor acceso a Silvia. Yo estaba sorprendido de que me excitara tanto aquello que estaba pasando en aquel salón. Mientras yo seguía lamiendo a mi mujer, Nacho tomó mi mano y la llevó a las tetas de Amparo y empecé a disfrutarlas. Estaban duras y los pezones tiesos. Ella se quitó la blusa y el sujetador quedando aquellos pechos al aire. Eran preciosos. Los sobé con pasión y a ella esto le excitaba mucho. Yo no podía más y le quité el vestido a mi mujer para follármela la volví a recostar en el sofá y le metí la polla de golpe dentro de su coño. Estaba mojadísima. Mientras, Nacho había levantado a Amparo, la había desnudado también por completo, él se había sentado y ella se sentó encima metiéndose su polla hasta el fondo. Estuvimos así unos minutos mientras la excitación rebasaba todos los límites. De pronto Amparo se levantó sacando la polla de Nacho de su chocho. Se acercó a Silvia y le preguntó si le ...