La cesta de la compra
Fecha: 03/08/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Fetichismo
Autor: tanga_de_tarzan, Fuente: CuentoRelatos
Como todos los veranos al finalizar las clases, yo ayudaba en el supermercado de mi amigo Julio a llevar los pedidos que algunas de sus mejores clientas hacían por teléfono. Siempre iba a las casas cercanas porque ese era mi primer año ya que era nuevo en el trabajo Las clientas eran de todo tipo, mas jóvenes o mas viejas y solteras, casadas o también divorciadas. De tanto visitar los mismos pisos, acabé conociendo a la mayoría de estas clientas. Un día a media mañana, hicieron un pedido un poco extraordinario y me tocó llevar la cesta con un enorme y caro pedido, al llegar al piso indicado me abrió una atractiva hembra de unos cuarenta años, morena, bien puesta y que vestía unos zapatos de tacón de aguja negros, una negra combinación de satén que le llegaba a la cintura y se adivinada la redondez de su muy estimulante culo y la combinación le tapaba las tetas que se adivinaban aún duras y muy puntiagudas. —pasa, muchacho, adelante. Deja la compra donde puedas, que me termino de vestir —dijo la señora —¿desea que se la meta en algún sitio, señora? —articulé —La puedes meter en la cocina y la vas ordenando en la nevera según veas —declaró la señora —De acuerdo —hablé —Ven que te lleve a la cocina —anunció la señora —Yo me llamo Tony —mencioné —Yo me llamo Sonia —reveló la señora Mientras colocaba el pedido de la Sra. Sonia, ella iba y venía para ver si lo hacía bien y dejaba las cosas en el lugar adecuado dentro de esa inmensa nevera de dos puertas. —Perdona que te haya ...
... recibido de esta guisa, pero es que me estaba arreglando porque tengo invitadas a comer a mis amigas y no quiero desentonar —manifestó Sonia —Ud. No se preocupe, en cuanto he visto el frigorífico ya sé de sobra donde dejarlo —articulé —¿no te importa que no te atienda? —interrogó Sonia —no, no. Ud. vaya a terminar de vestirse y luego hablamos —zanjé Yo seguía colocando el pedido y estaba a lo mío sin importarme lo que hiciere la señora Sonia. Cuando estaba a punto de terminar de meter el pedido, la señora Sonia se acercó y me espetó —cuando acabes, vienes a mi habitación y te guiarás por el grito, porque ahora no te puedo atender —largó la señora Terminé de colocar el pedido y observé con atención a ver si lo que yo había traído era todo el pedido que la sra Sonia había hecho y que estaba colocado según lo que acababa de ver en la imponente nevera —¿Tony, por favor, puedes venir para que te pague? —gritó la señora Sonia Yo me guie por el enorme grito de esta buena señora que me llevó a su habitación y me quedé patidifuso y boquiabierto ante la sorpresa que no me esperaba… —Hola Tony, cariño, ¿qué te parezco? —reveló la señora Me quedé sorprendido, atónito y perplejo pues no me esperaba lo que me iba a ocurrir. —Pues que Ud. está muy atractiva —testimonié admirado La señora Sonia me esperaba tumbada en la cama, se había quitado la combinación de satén negro y llevaba un sexy sujetador negro que realzaban sus magníficos melones —¿Nunca has jodido con una excitante mujer madura como ...