El viejo cerdo y el niño machito.
Fecha: 06/08/2018,
Categorías:
Gays
Autor: xxpervertidorxx, Fuente: SexoSinTabues
Un viejo gordo y cerdo, arto de comer siempre poyas y culos sin más en zonas de crusing, se plantea el reto de volver su zorra particular al niño mas macho de un grupo de amigos que juegan al fútbol cerca de él. Juan era un jubilado de 67 años que como cada tarde pasaba el tiempo en un banco del parque. Juan era un tipo de lo mas normal, media 1,68, gordo, 90 kg, calvo, y muy peludo por todo el cuerpo. Juan pasaría por un jubilado mas en ese parque, si no fuera porque no esta solo para dar de comer a las palomas. Pasaba las tardes sentado en el banco esperando a que apareciesen mas hombres como el, para tener sexo en una zona apartada del parque entre arbustos y árboles. A Juan le gustaba comer vergas, rabos, pollas, no le hacia ascos a ningún rabo, sean de gordos, flacos, feos, guapos, en servicios, parques, descampados, el no buscaba museos, lo suyo eran las zonas de cruising, le gustaba meter la nariz y comerse el culo de obreros sudados, lamerlos y follarlos. A veces pagaba algún chico para que fuera su esclavo y lo tenia desnudo como una perra con collar, lo marcaba con sus orines amarillos y los follaba hasta preñarlos con su abundante leche espesa y llena de grumos. Era otra tarde como otra cualquiera, Juan esperaba en unos de los bancos su ración de verga y quizás algún culo hambriento. Con 67 años ya le resultaba algo monótono pero aun asi se desahogaba. El sol aun no se había recogido, y unos niños de entre 13 y 14 años jugaban al futbol en frente de Juan, los ...
... había visto en otras ocasiones y los miraba desinteresadamente mientras esperaba. Uno de los niños era el típico líder, imponía sus reglas, todos querían estar en su equipo. Tenia 14 años, media 1,55m muy delgado, rubio, ojos azules con el pelo corto y una pequeña cresta de rebelde, sin ningún bello aun en sus piernas. Cristian, que es como se llamaba el chico, presumía de sus hazañas con las tías, los picos que se había dado y que pronto se follaría a una tal Natalia. Cada vez que Cristian estaba en desacuerdo con alguno de sus amigos, le espetaba un “cómeme los huevos” groseramente. A Juan le pitaban los oídos cada vez que esas palabras salían de esa boca sucia a ese niño, a Juan se le venia la imagen de esos chicos comiéndoles los huevos al Cristian. Pero aparte de esa imagen a Juan nunca les había interesado los menores, les gustaban maduros, con experiencia. Pero esa tarde algo cambio, se desataron unas ganas irremediables de salir de la monotonía. Como seria pervertir a un chico, chulo, arrogante, hetero, darle rabo y que fuera su esclavo. Por primera vez, a Juan se le puso dura pensando en un niño. Mientras pensaba en ello los chicos habían dejado de jugar, se despedían, y quedaban para el día siguiente, todos se fuero en varias direcciones, cada uno hacia sus casas, y Cristian tenia que pasar por delante de Juan. Cristian iba dándole patadas a su pelota vieja cuando Juan en un acto irreflexivo y sin pensárselo mucho paró al chaval preguntándole la hora. - Perdona chico, ...