La Esposa de mi Primo (2)
Fecha: 04/10/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
LA ESPOSA DE MI PRIMO II Capitulo Al día siguiente no podía apartar de mi mente la candente experiencia vivida la noche anterior con la esposa de mi primo y ansiaba que dieran las nueve de la noche para acudir a la cita con Lupita y disfrutar de su sabroso cuerpo, al medio día llamé por teléfono con el pretexto de saber como habían amanecido, me contestó mi primo comentándome que tenia una cruda espantosa y que deseaba curársela por lo que me invitó a que fuera a su casa para tomarnos unas cervezas, acepté encantado pues tenia el deseo irrefrenable de ver a Lupita, no solo su sinuoso cuerpo, sino también esos candentes labios que tan deliciosamente me habían mamado la verga la noche anterior. Al llegar a la casa de mi primo éste me recibió y de inmediato me ofreció una cerveza, al preguntarle por su esposa me dijo que se estaba bañando, tan solo de imaginar que en ese momento estaba desnudita hizo que mi pene tuviera una reacción de endurecimiento, unos cuantos minutos mas tarde Lupita salió del baño cubierta por una bata corta que le llegaba a mitad de los muslos y calzando unas sandalias de tacón alto confeccionadas en madera, se apresuró a saludarme sin intentar nada ya que mi primo estaba frente a nosotros y hubiera sido una imprudencia cualquier galanteo. Pero Guadalupe se las ingenió diciéndole a su marido que le trajera una cerveza, en cuanto mi primo se fue a la cocina Lupita se desabrocho la bata abriéndola por completo poniendo ante mi vista su total desnudez al ...
... tiempo que me decía que viera todo lo que me comería esa noche. Era la primera vez que la veía desnuda, sus senos aunque un tanto pequeños eran firmes y redondeados, el abdomen totalmente plano y su pelvis totalmente cubierta de negra vellosidad que le daba un toque de extrema sensualidad, sus muslos morenos se veían y eran muy duros como de quien acostumbra hacer deporte con las piernas, en pocas palabras estaba buenisima, la verga se me endureció a mas no poder, aquella estimulante exhibición se vio interrumpida con el regreso de mi primo quien aparentemente permaneció ignorante de lo sucedido, ella se retiró a la recamara para vestirse dejándome con la verga bien parada. En pocos minutos Lupita regresó a la sala, vestía un ceñido microvestido amarillo que le llegaba apenas unos centímetros abajo de sus portentosas nalgotas, conservaba las sandalias de madera, no se le marcaban las pantaletas a pesar de lo ajustado del vestidito y no tarde en comprobar que no llevaba ropa interior pues al sentarse frente de mí, como ya se había hecho costumbre separó sus muslos dejándome ver entre su vellosidad su excelente vulva desnuda, aprovechaba cada descuido de mi primo para abrir por completo las piernas y deleitarme con la excitante imagen de su humedecido sexo e incluso en una ocasión en que mi primo, fue al baño Lupita se levantó parándose junto a mí y aproveche para deslizar mi mano desde su rodilla por su entrepierna hasta su hendidura sexual mojando mis dedos con el néctar que ...