Acampada con Manuel
Fecha: 09/08/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: lenuma2, Fuente: SexoSinTabues
... Bachillerato y la Selectividad, quiere hacer Ingeniería Industrial. Físicamente no es Rambo pero tiene buen pasar, mide 1,82, pesa unos 78 Kg, de pelo rizo moreno y la piel algo oscura, a veces para enfadarlo le llamo “morito”; atlético, juega en un equipo de fútbol y toca bastante bien el saxo. Le gusta el Jazz y anda montando un grupo musical con otros colegas. Por la diferencia de edad nuestro trato es cariñoso, pero nunca hemos coincidido en nuestras diversiones ni amistades. A mi me parece que sigue siendo el niño de casa y sin embargo, ahí lo tenéis, 18 años, todo un hombre, mi compañero de viaje. Viernes, 11 de la mañana, todo preparado. Mamá preparó unos bocatas de esos antológicos con tortilla, filete, tomate, etc. ¡no sea que pasen hambre mis niños! - Julia: ¡sentidiño! Dijo mi madre, cuidame el niño. - El chupete, me falta el chupete, dijo Manuel. - Todos como cabras, dije yo. ¡Vamonos! Dicho y hecho. En una hora llegamos. Hacía un día espléndido, la temperatura alta sin agobiar, nada de viento. La zona de acampada estaba bastante ocupada pero no tardamos en acomodarnos en una parcela que nos gustó. Montamos la tienda en nada de tiempo y nos fuimos a dar un paseo, a reconocer el terreno. Había un ambiente fenomenal, mejor aún que el año pasado. Enseguida encontré algunos conocidos que saludamos. Manuel estaba muy a gusto y también encontró gente conocida, unos del equipo de fútbol y otros del instituto. Claro, como queda cerca, media provincia de Pontevedra se ...
... cae por aquí. Mejor, así si queríamos podríamos separarnos y acoplarnos con nuestra gente. - Manu: si quieres marcharte con alguna gente, no te preocupes por mí, que creo que me podré arrimar a algún grupo. - Lo mismo te digo, Julia, pero yo de momento estoy muy bien contigo. Cuando te empiece a molestar, ya sabes: ¡Niño…! Y el niño vuela. - No creo. Lo mismo te digo… Nos pasó el tiempo muy rápido. Empezó el concierto y seguimos los dos la marcha felices con nuestras cañas y nuestras risas. - Manu, me gusta para tí esa de la camiseta verde moco… - Malvada, me gustan mas con pata de palo y un ojo de cristal. El oso peludo aquel si que le iría bien a mi Julita. - Bueno, bueno. No me cabe en la cama. Ese es para compartir. - ¿Tomamos otras cañas? - Vale, tu aguantas o te me vas a estropear. - Cuatro o cinco las llevo bien, ademas, tengo niñera. Sin apenas darnos cuenta, como en la canción, nos dieron las doce, la una y las dos… nos acostamos cerca de las cuatro. La noche estaba fresca, mas que fresca. Fuera del gentío estaba francamente fría. Nos metimos en la tienda, dentro de los sacos con intención de dormir pero yo no era capaz de entrar en calor, estaba tiritando. - Manu ¿duermes? - Aún no, tengo algo de frio, debimos traer los sacos gruesos, este no abriga nada. - Eso te quería decir yo, estoy tiritando. Necesito calor, ¿qué podemos hacer? - Lo único es abrir los sacos, juntarnos y taparnos los dos con los dos sacos abiertos. - ¿Funcionará? - Por lo menos juntos nos damos ...