1. Acampada con Manuel


    Fecha: 09/08/2018, Categorías: Incesto Autor: lenuma2, Fuente: SexoSinTabues

    ... la cara. - ¡Joder con el niño! Déjate hacer y no des la vara. ¿Te lastimo? Mejor lo haré por debajo de la ropa. - Ostras Julia, qué gustito da que te la toquen. Ahora me gusta mas aún, sentir tu mano me está poniendo muy caliente. - Te dije que soy muy buena en esto, No así en otras cosas. - Yo tengo muy poca experiencia, la verdad es que casi nada, pero me está gustando mucho mas que cuando me lo hago yo solo. - Mi hermanito el pajerito está sintiendo gustito. - Te perdono porque me lo estás haciendo muy bien pero no te rías de mí. - Me está gustando hacértelo y me estoy calentando yo. Creo que tu también vas a tener trabajo esta noche. - Después de lo que me estás haciendo, quedo en deuda contigo y haré lo que me pidas y mas. Lo peor es que no sé casi nada. Las dos veces que me metí en la cama con una tía, me corrí casi antes de empezar y fue un fracaso. - Tranqui nene que conmigo no va a pasar eso. Para empezar, primero te voy a sacar la prisa, luego me tocará a mí y si sobra, lo montamos los dos juntos. Tu de momento disfruta. ¿Te lo estoy haciendo bien? - De puta madre. Déjame sacarte la camiseta que quiero tocarte las tetas y la espalda. - Saca todo lo que quieras. Tu también estarás mejor en pelotas, vamos a desnudarnos. Paramos la faena y nos pusimos de pie para sacarnos la ropa. Yo también estaba asombrada de mi atrevimiento, pero me encontraba muy a gusto. Descubrir a Manuel desnudo me produjo un morbo especial. Tenia un cuerpo precioso, con la musculatura justa, ...
    ... y lo mejor, su tranca. Me quedé mirando para él un rato, sin darme cuenta que él estaba haciendo lo mismo, me miraba embobado. - Hostia, Julia, ¡Qué buena estás! - Lo mismo estoy pensando yo, estás buenísimo. - ¡Como no me había fijado antes! ¡Qué tetas! ¡Qué culo! - No seas bestia, dime cosas bonitas, a las chicas no nos gusta que nos hablen de nuestro culo, siempre lo vemos feo. - Pues el tuyo está para comérselo. Ven aquí que quiero tocarlo, manosearlo, apretarlo… - Ja, ja, ya se lanza la fiera. Tienes que esperar. Trae para aquí esa pirulita linda que la tengo que estudiar mejor. Manuel tiene una polla de unos veinte centímetros, recta y lisa. El prepucio se le mantiene tapando la cabeza. Me encantó jugar a descapullarlo dejando al descubierto su cabecita puntiaguda y coloradota. - Vas a hacerme correr si sigues jugando. - Eso espero, para eso lo hago. Me agaché hasta acercar mi boca a su miembro. Manuel no daba crédito. - ¡Oh! Dios… ¡Qué me haces! ¡Qué gusto! Seguí chupando y haciendo que se retorciese de gusto. No tardaría en correrse. No era mi primera mamada y esta vez no me dio asco pensar, como otras veces, que se viniese en mi boca, al contrario, deseaba recibir sus chorros y saborearlos. Manuel me estaba haciendo sentir muchas cosas nuevas para mí, de hecho, sin que apenas me tocase, yo me sentía húmeda y deseosa. - Julia, que me corro. Para, para, me decía Manuel al tiempo que intentaba separarse. Yo no podía contestarle, tenía la boca llena pero mis manos eran ...
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