Acampada con Manuel
Fecha: 09/08/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: lenuma2, Fuente: SexoSinTabues
... convincentes: lo tenían atrapado y no dejaban que se saliese de mi boca. Así seguí un poco mas y Manuel, entre exclamaciones, suspiros y bendiciones descargó todo lo que traía. Poco a poco nos fuimos calmando. - Coño, Julia, ha sido tremendo. Menudo gustazo, pero me fastidiaba mucho correrme en tu boca. ¿Cómo pudiste obligarme? ¿No te da asco? - No. Es la primera vez que no me dio asco y es mas, quise comerlo desde el principio, me estás haciendo sentir cosas que nunca sentí. Lo estoy pasando muy bien contigo. - Ya, pero ahora yo ya me corrí y tu no. me siento mal. - Hay caballero, está usted algo equivocado. Se sentirá satisfecho y relajado pero no mal. Además, está en deuda conmigo y ahora mismo tiene que empezar a pagarme los favores recibidos. Aplíquese bien que me lo merezco. - ¡Que si lo mereces! Ahora me preocupa no estar a tu altura, Ayúdame, dame ideas que yo soy un patoso. - Verás como lo vas a hacer muy bien, para empezar, abrázame fuerte y acariciame. Quiero sentirte, que tus brazos me aprieten, que mi cuerpo se estruje contra el tuyo. - Si, mi amor, quiero tenerte toda para mí. Este culito, esta espalda, este cuello. Quisiera ser un pulpo para tener ocho brazos y poder tocarte cuatro veces más. Manuel estaba resultando mucho menos patoso de lo que había dicho y hasta me decía cosas agradables que en un tío es bastante raro. Sus manos fueron recorriendo mi cuerpo. Sin tener que decirle nada, su boca también empezó a trabajar, me besaba un pezón, me mordía un ...
... poquito el otro, me lamía el ombligo. Yo también correspondía, le besaba por donde cuadrase, le tocaba y acariciaba. En fin, que mi calentura fue aumentando sin parar. ¡Que bien estaba con Manuel! - Me pones loca, Manu. Me das mucho gusto, lo haces muy bien. - Eres tú que me inspiras, cielo. Me encanta darte gusto. - Sigue así, cómeme, cómeme toda. - Si, mi vida, te voy a poner en las nubes. Mientras decía esto, Manuel iba bajando su boca por mi cuerpo, anunciando un destino ansiosamente esperado por mí. Sus manos recorrían mis muslos y mis pechos mientras su boca jugaba con la matita de vello que a modo de bigotito anunciaba mi sexo. - Joder, como me tienes. Ardo, me derrito, sigue, sigue. - No me apresure, que estoy aprendiendo y me puedo distraer. - Nadie hasta ahora me trató tan bien como tú, Manu. Eres un crac. ¡Hazme gozar! - Es mi primer coñete, pero he visto mucho cine. Te van a tener que llevar a Reanimación. - Contigo voy a donde sea. Cómeme. Manuel estaba ya jugando en mi entrepierna, su lengua me repasaba todos los rinconcitos. ¡Qué cabrón! Nadie diría que era su primer coño. Recorría los labios, jugaba con mi clítoris, encontraba la vagina, hasta se paseaba por el perineo casi hasta llegar al ano. - Qué gusto me das, cabrón. Me estoy poniendo a punto. Entra un poquito en la vagina, ¿la encuentras? Parecía Catedrático de Anatomía, antes de terminar de decírselo ya estaba allí. Su lengua entraba y salia poniéndome en trance. No paraba entrando, chupando, comiéndome el ...