Albañiles en celo con la ejecutiva
Fecha: 11/08/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... excitación era mas intensa, mi vientre se contraía mas rápido y mas fuertemente ; el sentía como latía mi vagina y se excitaba cada vez mas. Comenzó a gemir como un perro en celo, los demás hombres nos miraban asombrados, de que yo pudiera seguir tan caliente y excitada por tanto tiempo. Sentí que la vista se me nublaba, y sentí como si mi vientre explotara con un grito de placer que deje ir cuando llegue al orgasmo. Una vez que estaba en el clímax, no podíamos parar, era cada vez mas intenso, hasta que por fin terminamos. Los dos dejamos ir un suspiro de placer, Yo estaba mas satisfecha que nunca. El salvajismo, la vulgaridad, el peligro, y el miedo que representaban esos hombres, me liberaron y me hicieron sentir mas mujer que nunca, me sentí necesitada, utilizada, y al mismo tiempo, pude cumplir todos mis deseos. Yo estaba muy cansada ya. Me recostaron en la cama y me ataron a ella, sin pensarlo me quede dormida. Cuando desperté estaba desnuda, seguía atada, me quise levantar pero el moreno y el flaco estaban encima de mi. En ese momento se despertaron los demás. El gordo me dijo : Que paso zorrita, andabas desatada anoche. Yo les dije que me tenia que ir, ...
... antes de que amaneciera. Y el chaparro me dijo : acuéstate zorra que todavía me la tienes que mamar. Yo seguía abierta de brazos y piernas, y atada a cada una de las esquinas de mi cabeza. Yo estaba acostada mirando al techo, el chaparro puso su pene sobre mi cara y comenzó a metérmelo por la boca. Podía sentir en mi garganta, ese sabor entre dulce y amargo del semen que iba eyaculando. Cuando termino, se salió, el moreno se hinco para que se la chupara, pero yo me negué. Les advertí que si no me la mamaban no se las chuparía. Entonces el que no parecía albañil comenzó a mamarme. Puso mi clítoris entre sus labios y comenzó a chuparme. Y uno a uno fui mamándoselas a cada uno hasta que se vinieron en my boca. El que me la mamaba no quiso que se la chupara, parecía estar muy cansado. Perduraba el olor a sexo. Me desataron, comencé a vestirme, tome mi bolso y mi saco y al salir, me di cuenta que estaba comenzando a amanecer. Me fije en mi reloj y me di cuenta que eran las 5 :30 de la mañana. Rápido camine hacia mi casa, silenciosamente entre a ella, todos estaban dormidos. Me acosté en mi cama, y me quede dormida, hasta las 8 de la mañana que sonó el despertador.