1. La jefa


    Fecha: 14/08/2018, Categorías: Dominación Autor: viperblue, Fuente: RelatosEróticos

    Mi historia comenzó hace un par de años cuando acepté un puesto en una pequeña firma de contadores. Al principio todo parecía ir de maravillas, un ambiente agradable de trabajo, compañeros colaboradores y una jefa (la dueña de la firma) que era una mujer agradable y aparentemente muy comprensiva. Con el pasar del tiempo, la economía del país fue decayendo y comenzaron los problemas financieros en la firma, muchos compañeros comenzaron a irse en busca de mejores oportunidades salariales y poco a poco nos vimos reducidos a unos cuantos. Además de los problemas económicos, Ginett (la dueña de la firma) también tenía problemas maritales en casa, según los chismes de pasillo, la mujer tenía tantos cuernos que con dificultad pasaba por debajo de las puertas sin quedarse atascada. Esta situación la transformaron en una mujer amargada e intolerante que por cualquier razón gritaba e insultaba. Pase varios meses buscando otras oportunidades, pero como todo país en crisis hay muy pocas oportunidades para cambiar de trabajo, así que no me quedó otro remedio que seguir aguantando y tratar de esquivar a la loca cuando tenía malos días. La situación se tornó insostenible pues cada día había menos personal en la firma y Ginett comenzó a recargarme de trabajo; aumenté mi jornada laboral de 8 horas diarias a 10 para tratar de mantener al día mi trabajo por lo menos mientras conseguía alguna otra cosa. Ginett comenzó a darme los peores trabajos y a recargarme cada día más y más de trabajo; al ...
    ... punto en que ya no podía mantener mi trabajo al día y por supuesto comenzó a gritarme; cometí el gran error de no darle su parado en el momento, pero siempre he sido un hombre que prefiere discutir sólo cuando puedo ganar una discusión. Poco a poco la situación comenzó a ponerme de mal humor, ya vitar a Ginett no era posible y tuve la impresión en más de una ocasión que ella parecía disfrutar de la situación, cada vez las discusiones eran más frecuentes sobre todo los días lunes y eran peores cuando habían fines de semana largos. Comencé a pensar en que la frustración sexual que tenía con el marido la pagaba conmigo y eso me llenaba de ira, cada día sentía más y más rabia en mi ser pero tenía que aguantarme hasta poder conseguir otro empleo conque mantenerme. Un día viernes quería irme temprano, así que llegué mucho antes de la hora al trabajo y menuda sorpresa, ella estaba allí, me miro y me dijo – vaya, que haces aquí antes de la hora? – la miré fijamente y le dije – nada, quiero terminar el trabajo de hoy a tiempo porque quiero irme temprano al cine – y proseguí a mi puesto de trabajo. Ese día trabajé lo más rápido y eficiente que pude, mi meta era salir temprano porque realmente necesitaba ese momento de relax que sólo el cine me brinda. Cerca de las dos de la tarde terminé el trabajo que se necesitaba con urgencia y se lo llevé y ella sólo lo vio y lo tiró en el escritorio y dijo en forma despectiva – vaya, ya era hora pero necesito la cuenta Méndez – Gimón también para ...
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