Cita digital
Fecha: 14/08/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Fantasías Eróticas
Autor: johnsmith2347, Fuente: CuentoRelatos
La vi sentada a lo lejos. Su tez era de color morena clara con facciones finas, cabello largo de color negro. Su nariz era pequeña pero respingada y sus labios delgados de un tono rosa. Me acerque a ella y le pregunte: - ¿Natalia? - ¿Roberto? - me dijo - Si! Hola, ¿cómo estás? - Muy bien ¿y tú? - Me preguntó sonriendo - Muy bien, muy contento de conocerte. - ¿Quieres tomar algo? - Sí, claro - me respondió - Eres aún más guapa en persona que en la app - Gracias! Mientras caminábamos por la plaza, se nos veía visiblemente emocionados. Natalia no dejaba de sonreírme ni de verme. Era evidente que le había gustado. Compramos un refresco y nos sentamos a platicar un rato. Al pasar una hora, ella ya sabía la mitad de mi vida y yo la de ella. Finalmente, le pregunte de forma muy casual para sondear el terreno: - Dime Natalia, ¿Que estás buscando en este momento? ¿Compromiso o diversión? Ella sonrió un poco, tomó su cabello y se lo acomodó detrás de la oreja de forma muy coqueta. - Mmmm - se quedó pensativa un momento. Le había hecho una pregunta que la obligaría a tomar una decisión. Natalia sabía que su respuesta podría marcar el camino que tomaríamos el resto del día. Ella comenzó a reírse al tiempo que se sonrojaba. - Ay, mmm, creo que en este momento solo quiero pasarla bien, no me gusta el melodrama. Eso era lo que necesitaba escuchar para dar mi siguiente paso. - ¿Te parece bien si vamos a un lugar más privado? - Mmmm... ¿Privado? - Si, podemos ir a cualquier lugar en donde ...
... te sientas cómoda - Eh, ¿pero sería mucho tiempo el que estaríamos ahí? No puedo llegar tarde a mi casa. - No, no creo. Solo estaremos el tiempo que tú quieras. -Le dije un poco nervioso. - Mmmm... pero si traes con que ¿verdad? ¿De buena marca? -Me preguntaba mientras volteaba a ver su entorno un tanto preocupada. - Claro que si - le respondí. - Ay, mmmmm... bueno, está bien -Me respondió como dándome entender que si íbamos era porque yo insistía, no porque ella quisiera. Nos levantamos y rentamos un cuarto cerca de ahí. Mientras caminábamos no platicamos mucho, íbamos en silencio. La cuestión se estaba empezando a poner seria. Al entrar nos sentamos en la cama y nos acercamos. Comenzamos a besarnos. De inmediato percibí un agradable aroma a menta que emanaba de su boca. - ¿En qué pensabas mientras veníamos caminando hacia aquí? - En que estas muy guapo y que lo único que quiero es que me comas enterita. Poco después comencé a besarle el cuello y a acariciarle las piernas. Ella me respondía de la misma forma... finalmente se había relajado por completo. Comencé a desabrocharle la blusa. Su sostén de color negro me invitó a acariciarle uno de sus pechos. - ¿Te confieso algo Roberto? - Si - No traigo puesto nada debajo de la falda - ¿En serio? -Pregunté un poco sorprendido - Si, en serio, me siento un poco más cómoda sin ella - Que bien respondí - ¿Sabes? Te confieso que desde que estábamos en la plaza comencé a sentirme mojadita. ¿Ves lo que provocas? -Me dijo al tiempo que ...