1. DESEOS CULPABLES


    Fecha: 14/08/2018, Categorías: Masturbación Autor: david35g, Fuente: SexoSinTabues

    ... dentro del libro. Definitivamente necesitaba anteojos. El pequeño así estuvo como por unos diez minutos que a mí me parecieron tres. Se levantó de aquel sillón y se direcciono nuevamente hacia el estante. Recuerdo que pensé, ‘’ ¿De nuevo? ‘’. El joven se puso de puntillas e intento colocar el libro en aquel que era su lugar. Aún recuerdo esto y siento gracia y ternura. El chico por su estatura, no se aseguró de meter hasta el fondo el libro en el estante, haciendo que quedase en la orilla y que el libro claramente cayera sobre él. Sobre su cabeza. ‘’Mierda’’, dijo el chico al caerle aquel pesado libro sobre él. Al instante pegue un brinco de la silla por impulso y necesite controlar mis pies para no correr y ayudar aquel chico que simplemente acabo derribado en el suelo gracias a aquel libro. Yo pensé en aquel momento, ‘’Se desmayó’’, y al instante corrí para ver cómo se encontraba. Al aproximarme, recuerdo haber mirado al chico con los ojos muy abiertos mirando hacia el cielo extendido sobre el suelo. ‘’Auch’’, Pronuncio el tratando de sobar su frente. Al toparse sus ojos contra los míos el pequeño se puso de color rojo y comenzó a balbucear. ‘’ ¿Se encuentras bien? ‘’ Le pregunte tratando de ocultar mis ganas de reír. El respondió que sí. Lo ayude a levantarse y él estaba con una cara que quería que se lo tragara la tierra. Me causaba gracia recuerdo. Tenía la frente roja y con un hematoma aproximándose. Le pedí que se sentara en el sillón ya que el golpe había sido ...
    ... bastante fuerte. Levante aquel libro de física, senté al chico y yo me senté a su lado. Le preguntaba si se encontraba bien, si no quería ir a la enfermería. Pero el chico decía que estaba bien. Se la llevaba jugando con la manga de su suéter nerviosamente, miraba hacia abajo y su respiración era agitada. Paso de eso a comenzar a mordisquearse las uñas y era obvio para mí que el chico estaba apenado. Abrió la boca para preguntarme cuanto tiempo llevaba hay. En ese momento me confirmo que el chico no se había dado cuenta de que me encontraba en justo a su lado. Me sentí yo apenado por un momento y le respondí que ya tenía un rato hay. Al ver que aquel chico estaba tan nervioso y rojo como manzana decidí que era bueno quitar un poco la tensión preguntándole si le gustaba la física al percatarme de que llevaba el libro que golpeo al pequeño. El joven me respondió que si con un poco más de entusiasmo y recuerdo haber sentido bien dentro de mí, como alivio por alguna rara razón. Estaba teniendo una conversación con el chico y eso me emocionaba. Le pregunte si conocia al físico, Eratóstenes. El joven me miro con una gran sonrisa de emoción en su rostro iluminado y respondió, ‘’Por supuesto’’. Solo fue necesario esa pregunta para que aquel chico tímido y casto se desenvolviera por completo. Comenzó a explicarme la vida de ese científico, sus logros y la diversidad de conocimientos que conocía aquel. Me parecía sorprendente todo lo que él decía, era básicamente como tener una conversación ...
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