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DESEOS CULPABLES
Fecha: 14/08/2018, Categorías: Masturbación Autor: david35g, Fuente: SexoSinTabues
... preparatoria era bastante amplia, me gustaba mucho eso. Tenía escritorios que figuraban pequeñas oficinas para maestros. Era un lugar excelente para trabajar. Entre a ella normal y me direccione hacia las pequeñas oficinas. Conforme caminaba recuerdo haber visto si acaso a cuatros chicos que estaban claramente como esperaba copiando sus tareas o terminándolas de último momento. Me fui hasta la parte trasera donde estaban las oficinas, coloque mi carpeta y mi maletín sobre el escritorio y estaba dispuesto a tomar asiento en aquella silla cuando siento un objeto que se mueve de mi lado. Era una silueta humana. Una silueta que la conocía bastante bien. Volteo al instante y me percaté de que era aquel chico, Dylan. Estaba rebuscando entre los estantes de la biblioteca algún libro. Se encontraba en la sección de ‘’Física’’. Al instante, mi mirada se quedó enfocada en aquel chico que no tenía ni la mínima idea de que estudiaba cada pequeño movimiento de su pequeño cuerpo. Lo apreciaba, lo vigilaba. El instante me senté sobre aquella silla y comencé a mirarlo sin pestañear recuerdo. Necesite figurar que estaba haciendo algo para que el chico no se diera cuenta de que me lo estaba tragando vivo con la mirada. Me gustaba la manera en que se paraba de puntitas para poder alcanzar un libro de aquel gigante estante. Su trasero se miraba tan firme y redondo con esos pantalones escolares. Llevaba un suéter de cuello V de color negro que sencillamente hacia resaltar aún más su maravilloso ...
... trasero. Me saboreaba, me saciaba de verlo. Recuerdo que comencé a tener una erección y lo necesite pensar dos veces antes de que mis asquerosos impulsos me hicieran bajar mi bragueta y comenzar a hacer un movimiento involuntario. Me resistía con todas las fuerzas de no hacerlo. El joven seguía rebuscando, suponía que tenía un objetivo claro de acuerdo al libro que buscaba. Literalmente no alcanzaba ni la tercera división de aquel estante gigante de lo pequeño que estaba aquel niño. Me causo ternura, me daban ganas de acercarme hacia él, tomarlo por la cintura y levantarlo para que el alcanzara lo que buscaba. Era adorable todo el. Proseguía mirándolo, no podía apartar mi vista de él y en momentos recuerdo que quería que él me mirara, que mirara como mis ojos se morían por tener sus grandes ojos azules sobre los míos. Que mirara como me lo comía con mi mirada y me moría de deseos por él. Me necesite pellizcarme. Pellizcarme con tanta fuerza que aún lo recuerdo, todo, para alejar mis pensamientos morbosos, asquerosos e impuros sobre aquel niño inocente. Estaba matándome a mí mismo. El joven encontró un libro y se sentó justo frente a mí en unos sillones de color canela. Me parecía sorprendente el cómo no se daba cuenta de que me encontraba hay. Estaba tan metido en lo que buscaba y en lo que quería que simplemente no miraba a nadie más en su escenario. El joven abrió aquel libro y comenzó a leerlo con su vista forzada y el libro a pocos centímetros de su cabeza. Estaba casi ...