1. SOLO ERA UN JUEGO… (2)


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... impedía no sólo lanzar sonido alguno por la boca, sino que hasta casi que respirar… Quiso cerrar los ojos para no ver aquella monstruosa escena, pero tampoco pudo… No quería verla, pero sin embargo la atraía como el imán atrae al hierro… ¿Por qué la atraía tanto aquello?… ¿Por qué no podía apartar sus ojos de aquella escena que, en sí, aborrecía hasta abominarla?... Al fin encontró una explicación que, no obstante, nada le explicaba: En el rostro de sus hijos había lago que la subyugaba; que le impedía apartar los ojos de esos rostros, los de sus hijos, pero sin acertar a saber qué era… Poco a poco, el resuello fue volviendo a Dª Alejandra que, mal que bien, fue capaz de dar los pasos necesarios para llegarse junto a su hija, al lado justo de su rostro, que empezó a observar atentamente, analizándolo, como si lo mirara al microscopio, al tiempo que, alternativamente, hacía lo propio con su hijo Paquito… Y por fin supo qué era lo que tan intrigada la tenía… Lo que veía en aquellos rostros; en los dos lo mismo: Tranquilidad, serenidad… La tranquilidad nacida del amor plenamente satisfecho… La tranquilidad que da el amor plenamente recibido y otorgado… Supo, que lo que el rostro de sus hijos expresaba era lo mismo que ella y su marico sentían y compartían tras entregarse mutuamente en el amor materializado en el hecho sexual… Se sentó en la cama, junto al regazo de su hija; o mejor, junto a la parte de la espalda que diametralmente, quedaba enfrentada al regazo de la chica, ya ...
    ... que esta daba la cara a su hermano, al que abrazaba con una pierna cruzada por encima de él, de manera que de cintura pada abajo quedaba, en cierto modo, encima de él, lo que invitaba a pensar que el masculino miembro de él todavía estaba dentro de la femenina oquedad de ella Para sí misma se sonrió cuando recordó que también a ella le gustaba quedarse dormida así, con su marido todavía dentro de ella, cuando acababan de hacer el amor… El horror, la abominación que al pronto sintió al ver a sus hijos, desapareció por completo, sustituido todo por una inmensa ternura hacia la pareja… Hacia sus hijos… Su mano fue a acariciar, dulcemente, el pelo, los hombros, el principio de la espalda de su desnuda hija… Y su rostro se inclinó sobre ese principio de espalda para que sus labios pudieran depositar en la piel de la muchacha el beso materno… Tierno… Dulce… Lleno de cariño… De maternal amor Sandra se rebullo a tales contactos y, tal vez creyendo que eran de su hermano…de su marido pidiéndole “guerra”, todavía medio dormida, musitó Y así, inconsciente aún, más dormida que despierta aún, sus caderas hicieron que el femenino sexo se pegara al masculino cual lapa a las rocas al tiempo que iniciaban la suave cadencia del coito… Dª Alejandra se rió abiertamente, diciéndose para el coleto: “Vaya con la Sandrita, tan “calentorra” como yo parece que nos salió”… Pero también resultó que Paco abrió sus ojitos, despertando a la acción de su hermana, pero al momento a ellos asomó una expresión ...
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