SOLO ERA UN JUEGO… (2)
Fecha: 15/08/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos
... de terror que para él se quedó… Y para la abierta risa de su madre… Paco, como un rayo, se lanzó por la sábana que a los pies de la cama, lánguida, caía al suelo, tirando de ella para cubrirse. Su madre, ante aquello, rió desenfadada Dª Alejandra siguió riendo, aún más desenfadadamente que antes, mientras su hija gritaba a todo gritar, también de temor, al despertase y ver a su madre Sandra no pudo decir nada más pues empezó a llorar como una magdalena… O, mejor; como chiquilla pillada en la más gorda de las travesuras… Pero allí estaba su hermano, el tímido; el introvertido; el que apenas si era capaz de unir tres palabras seguidas, devenido en osado orador en defensa de la relación… Del amor entre su hermana y él Paco calló, mirando expectante a su madre. Ella lanzó un suspiro hondo… Muy hondo… De preocupación ante todo… Y se volvió a su hija Dª Alejandra volvió a suspirar Dª Alejandra se levantó y, riendo, empezó a dirigirse a la puerta, pero al momento se detuvo para volverse hacia sus hijos Sandra rió con ganas al escuchar a su madre Si a Dª Alejandra se le aparece un fantasma, más sorprendida no se queda Dª Alejandra, más escandalizada que otra cosa, se santiguó Como mamá se temiera, papá puso el grito en el cielo cuando se enteró de que sus hijos eran matrimonio, y a todo ruedo… En fin, que la pareja tuvo que salir de casa más que pitando, so pena de que allí hubiera una “desaborisión”, como dicen los flamencos, esos del “cante jondo”, aspirando la “h” de hondo; es ...
... decir, antes de que papá medio matara a sus hijos… O, lo que es peor, los matara del todo Paco y Sandra se refugiaron en una pensión donde moraron hasta encontrar un pequeño pisito, dos habitaciones más salón, cocina y demás, en una de las “ciudades dormitorio” que, como las setas en otoño, han proliferado en el urbano cinturón madrileño.Por otra parte, resultó que Sandra debió dar plenamente en la diana cuando afirmó a su madre que su primer nieto ya estaba en camino, pies a los nueve meses más bien justos de tal excelsa fecha para la pareja, Sandra alumbró al primero de los hijos que de su hermano-marido/marido-hermano pariría Fue un hermoso niño, más sano que las manzanas, más listo que el Rey Salomón y más bonito que las pesetas… O, mejor, que los billetes de mil euros, que se dice que haberlos, haylos, y será de creer… Se llamó Francisco, Paco o, más bien, Paquito, el 3º de la dinastía… Sandra se empeñó en amamantar su hijo hasta que este superó, con varias creces, los tres años, con lo que Paquito tenía ya bien cumplidos los cuatro añitos cuando sus papás le trajeron, del hospital donde acababa de nacer, a su hermanita, Sandra o Sandrita de nombre, como no podía ser menos, y también 3ª en la dinastía de las Alejandras, Sandras o Sandritas Desde que, con casi dos meses ya de embarazo, y cuando el ginecólogo le confirmó su esperanza, Sandra llamara a su madre para, alborozada decirle: “Mamá; ¡estoy embarazada!”, la mamá no había dejado de asistir a su hija, tanto en ambos ...