El vendedor
Fecha: 18/08/2018,
Categorías:
Primera Vez
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: comechocho, Fuente: xHamster
... minutos estuvo jalándosela en la misma posición, hasta que la calentura o el aburrimiento, hicieron que el tipo comenzara a moverse intentando que mi esposa lo soltara.Después de varios intentos mi esposa soltó su juguete nuevo. Debo confesar que a lo lejos no se veía más largo que el mío, sin embargo, si bastante más grueso. Tal vez aquello fue lo que hizo que mi mujer permaneciera unos segundos más mirándolo fijamente.El momento crítico había llegado. Ambos estuvieron frente a frente sin tocarse durante varios segundos, decidiendo, tal vez tomando valor, para terminar aquello en un encuentro de manos o tirarse en el piso y entregarse al placer de la penetración. Cerré mis ojos y esperé que al volver a abrirlos aquello hubiera terminado ya, no quería, ya no quería ver el espectáculo que tantas veces había imaginado, al menos no ese día.No escuché más ruido durante unos segundos, asi que poco a poco fui abriendo los ojos.El tipo no la miraba a ella, tenía sus ojos puestos sobre su miembro que acariciaba y jalaba como dándoselo a desear. Mi esposa había dado dos pasos atrás y miraba como su amigo se tocaba a si mismo, me imagino, decidiendo aun cual sería su siguiente paso.De pronto vi como las piernas de mi mujer se empezaron a doblar poco a poco y comenzó a dejarse caer hasta quedar de rodillas en el piso. Sentí un tremendo alivio de no verla recostarse y abrir las piernas, pero no me duró mucho el gusto, pues el tipo no dudó en enfilarse hacia ella y mientras mi mujer ...
... abría la boca para recibir su miembro, tal vez lentamente como yo siempre lo hacía, el vendedor se lo insertó con tal fuerza y profundidad que fue suficiente para que lanzara un ruido de asco que seguramente se escuchó hasta el pasillo.Ambos miraron hacia la puerta de la bodega para corroborar que nadie viniera. Y mientras el chico aun vigilaba la entrada, mi esposa tomó su pene con la mano derecha y lo metió en su boca haciendo que el tipo girara de inmediato su cabeza para presenciar en vivo como una cliente casual terminaba haciéndole sexo oral en la bodega.Igual que lo hacía conmigo, mi mujer tomó suavemente las bolas del tipo con la mano izquierda mientras con la derecha afianzaba la base de su pene y de vez en cuando la usaba para quitarle la saliva que ella misma iba dejando. Sus ojos permanecieron abiertos casi todo el tiempo. De vez en vez succionaba el miembro del vendedor y se lo sacaba de la boca haciendo un ruido como el de un bebé soltando el chupón y lo miraba durante algunos segundos mientras con la mano lo acariciaba suavemente. Pude ver en su mirada la lujuria de no haber tenido un orgasmo, y sabía que estaba haciendo aquello con la esperanza de que cuando terminara el chico ella pudiera disfrutar de un grito de placer.No tardó mucho aquel tipo, pues calculo que no pasaron ni 2 minutos cuando tomó a mi esposa de la cabeza y la apretó contra su pelvis. Sin embargo ella, como cada vez que yo mismo hacía eso, lo quitó de un empujón para que no terminara en su boca, ...