Mujer (I)
Fecha: 19/08/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... oído Su mano baja el ritmo del roce, como dudando - Lo estas haciendo muy bien, amor. Ella, tímidamente, deja que su movimiento se extienda lentamente mas allá de su muñeca, hasta alcanzar sus dedos extendidos, apretados, como negando que exploren debidamente las partes prohibidas. - Relaja tus dedos preciosa, lo que estas tocando te pertenece, es tuyo, por derecho. Nunca sientas vergüenza de tocarme.- Me mira a los ojos, con una expresión tímida pero de confianza y sus dedos tocan mas, recorriendo el tronco, sintiendo el calibre de mi cilindro turgente. Su mirada se pasea constantemente entre mi entrepierna y mis ojos, dándose cuenta del placer que me estaba procurando. Mientras tanto yo acaricio suavemente sus mejillas, sus labios, su pelo, sus delicadas orejas y me atrevo a mordisquearlas levemente. - Que haces? - pregunta, sin alejarse o detenerme - Te acaricio,... no te gusta? -...si Centramos la atención en nuestras bocas, iniciando una nueva danza de labios y muslos entrelazados, respiraciones agitadas, atreviéndome a acariciar su oreja con mi lengua, lo que la sobresalta visiblemente pero rápidamente responde descendiendo su mano hasta donde nuestros muslos se encuentran. Acariciando mi verga sobre el pantalón con mas confianza. Una caricia plena, estrujando, tratando de tomarlo como un manubrio. Mientras tanto mis manos recorren su espalda sobre su ropa, trazando la línea de su brassiere, descendiendo hasta su cintura que era la única parte no cubierta por la ...
... prenda. Notando un sobresalto cuando toque esa área, tan solo posé suavemente mi mano sobre su piel, sin moverla. Nuestros besos prosiguieron, así como el incitante movimiento rítmico de nuestros cuerpo. Sus fuertes suspiros y jadeos me animaron a continuar el movimiento de la mano que mantuve en su cintura. Primero dibujando alrededor, con la punta de mis dedos, trazando palabras inteligibles en su piel, pero que ella parecía entender por su súbito estremecimiento. No trató de detener mis manos cuando se posaron a los lados de su cintura. Evidentemente esta recibiendo mis caricias con agrado. Su piel se estaba acostumbrando a mi tacto. Con el evidente aumento de su excitación me atreví poco a poco a descender con una mano por encima del pantalón al nacimiento de sus hermosas nalgas, mientras que mi otra mano acariciaba su muslo, acercándose hacia la cadera. - Soy tuyo, recuérdalo- - Mmm, ... si - suspirando - Te gusta esto? - Si, me gusta - en un casi inaudible susurro. Mis manos estaban ahora acariciando por encima de la ropa en forma circular sus deliciosas nalgas, casi rozándolas solamente. Dándole un beso profundo y jugoso, pose ambas manos en esos formidables cachetes y la presione hacia mi para que sintiera claramente la dureza de mi verga contra su pubis. - Ohhhh -temblando - Apuesto a que debes estar mojadísima en este momento - Sssiii...- gimiendo en mi oído Ahora nuestro roce no era furtivo o casual. Su pubis estaba frotándose francamente contra mi endurecida verga. - ...