1. Mi vecina Mari. 2. En su casa


    Fecha: 24/08/2018, Categorías: Sexo con Maduras Hetero Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    ... concentración comprendí que el placer estaba saturando por completo sus sentidos. -Quiero que te corras Mari, quiero que te corras en mi mano. Mi mano entraba y salía de su coño con mayor intensidad y fuerza emitiendo un atentico ruido de chapoteo. Mari encadenaba un gemido con otro convirtiéndose su voz en un pequeño lamento que le impedía pronunciar palabra alguna mientras su cuerpo se tensaba poniéndose rígido en un intento de resistirse a la inminente descarga de placer que estaba por llegar. Un temblor comenzó a recorrer su cuerpo, su respiración se detuvo a pesar de abrir la boca de par en par intentando tomar aire y justo al mismo tiempo comencé a sentir las contracciones de su coño sobre mis dedos y un torrente de flujo que se derramaba por sus muslos mientras con su mano sujetaba mi brazo intentando detener el movimiento que le había llevado a sentir aquella pequeña muerte. Mari comenzó a relajarse poco a poco y la tensión desapareció de su rostro al mismo tiempo que conseguía cerrar la boca y comenzaba a respirar profundamente por su nariz mientras una profunda sonrisa de relajación se dibujaba en su rostro. Abrió sus ojos y me miro a los míos mientras una lágrima de felicidad se deslizaba por su lacrimal. Puso su mano en mi mejilla y acercando su boca comenzó a besarme suavemente en los labios y ya sin la desesperación y urgencia de minutos antes. Ambos nos giramos en la cama y quedamos mirando al techo respirando relajadamente. Durante un ...
    ... buen rato no intercambiamos palabra. -Buff ha sido maravilloso- Dije cortando el silencio. -Lo se mi niño, lo sé- Contestó con un suspiro- -¿Qué hora es? -Son las dos de la tarde- Contestó mirando su reloj- ¿Te apetece comer algo? -¿Las dos de la tarde? ¡No jodas! Tengo prácticas de laboratorio en la Uni a las tres, si no voy me cartean- Conteste levantándome de un salto y buscando mi ropa comencé a vestirme a toda prisa. Ella se incorporó en la cama clavando un codo en esta y miro divertida mientras yo me vestía con torpeza. -Tengo que irme Mari lo siento. -Jajaja ¿Me dejas así sin más? Me detuve y contemple su cuerpo desnudo, la sensación de deseo por aquella mujer volvió a invadirme y ya vestido gateé sobre la cama y buscando su boca volví a besarla fugazmente. -Tengo que irme, de verdad Mari- Le dije mirándola a los ojos- Pero prométeme que esto se repetirá. -Prométeme tú que volverás a mi cama. -Te lo prometo Mari, todavía no he podido probar ese coño maravilloso que tienes. -Es tuyo cuando quieras- Contestó y fue ella la que buscó otra vez mi boca en un caliente beso con lengua. Me retire torpemente y salí marcha atrás de su habitación contemplándola hasta el último momento y tropezando con todo lo que se interponía en mi camino. Un minuto después bajaba las escaleras de dos en dos mientras me llevaba la mano a la cara y aspiraba el olor a sexo de mi vecina Mari. Aquel día llegué tarde a mis prácticas, por suerte me dejaron entrar. Continuará. 
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