En el retiro espiritual - Relatos Eróticos

En el retiro espiritual

... estaban a punto de suceder. Antes de entrar al baño lo miro y de dijo me duchare rápido para que tú te puedas bañar y bajar la temperatura que se subido repentinamente, el solo sonrió y se agarró su bulto que se notaba enorme. Al entrar a la duche pasaron solo como dos minutos cuando siento que me abraza por la espalda y me dice al oído que lo que tocaba su pene ero lo que necesitaba para bajar la temperatura, sentía un pene erecto en la entrada de mi culo no podía rechazar la oferta, era enorme aproximadamente 20 centímetro de carme negra como me gusta, me di la vuelta nos besamos apasionadamente, los hacia magistralmente sus labios carnosos eras una maravillas, baje lentamente por su cuello hasta llegar a su tetillas degustándola a mi manera el gemía de placer me día más y más…. Bese ese abdomen marcado que me volvió loco cuando lo vi por primera vez, llegue mi lengua lentamente hasta llegara a su miembro viril a su máxima capacidad, deseaba metérmelo todo a mi boca pero era imposible me dedique a disfrutar de sus testículos y de cada centímetro de su hermosa piel moreno, el seguía con gemidos cada vez más fuertes. Me levanto para seguirme besando yo estaba feliz con cada roce de sus labios de pronto y de un solo golpe me dio la vuelta y he dio el beso más delicioso que he experimentado se notaba que sabía lo hacía porque tenía control de todo, se levanta y me dice susurrando al odio, te voy a comer ese lindo hoyito rosado solo alcance decirle es ...

... todo tuyo papi hazme sentir vivo llévame a las nubes bebe. Me penetro poco a poco, me dolía por la dimensión de aquel instrumento me sujeto y me dijo tranquilo esto pasara pronto y así fue me lo metió completo y espero un instante y comenzó con las embestidas era genial todo lo que género en mí su fuerza y ternura a la vez, sabía hacer muy bien cada movimiento para hacerme sentir en la nubes, no paraba sus movimientos, cada uno era un volcán de placer, hasta que me dijo me vengo y tiro como cinco chorros de tibia y rica leche dentro de mí, nos abrazamos y besamos era como que lo conociera de toda la vida. Al salir de la ducha y llegar a la habitación me lo empezó a chupar y que ricoooooo no sabía ni cual era mi nombre del placer que estaba experimentando, cuando no aguante mas le grite me vengo y Miguel lo hacía más rápido hasta terminar en su boca. Cuando me incorporo veo que tiene otra erección y me siento sobre sus piernas y le digo es hora de cabalgar este hermoso potro, se volvió a sonreír de esa manera que lo hacía ver tan sexy y comenzamos otra sesión de sexo desenfrenado parecíamos dos animales que no podían parar de copular. Toda la noche hicimos diferentes posturas nuestro cuerpos necesitaba de rozarnos, besarnos en fin disfrutarnos lo más y mejor posible. Todos los días fue especial no tienen idea lo que llegamos hacer y el nivel de placer que experimentamos durante este retiro pero eso es parte de otro relato. Espero que sea de su agrado