1. Las mejores maestras


    Fecha: 26/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ahhh…uffff…. uhmmm. La noto, noto esa polla dulce que me refresca, sigue cariño El tono de sus jadeos y pequeños gritos fue aumentando en intensidad, mientras chupaba sus tetas una y otra vez jugando con los pezones que mordisqueaba hasta el limite. Ella también empujaba pidiéndome más y más: Mi- Que bien, que gusto, sigue mi amor, vas a hacer que me vuelva loca, no pares de darme con esa maravilla, vamos fuerte que ya noto que me corro, me corro con mi hijastro, dios que gusto, que gustoooo!! No pude aguantar mas y dejé que mi polla descargara su contenido allí dentro, al tiempo que ella saltaba entre sudor jadeos y respiración entrecortada. Nos corrimos al tiempo y sin dejar de empujar como si no quisiéramos que aquello acabara. Mi- Gracias, decía ella, me ha encantado. Soy muy feliz. Te adoro mi amor. Permanecimos abrazados un buen rato. Mi polla se había relajado momentáneamente pero cuando vi que ella iba a incorporarse para salir del baño, el deseo se apoderó de mi nuevamente. Yo- Donde vas? Mi- Iba a ponerme algo encima, ya hemos acabado, no? Yo- Nada de eso, contesté, Ahora quiero que seas tú quien me folle, como hiciste ayer con mi padre. Empieza por chupármela y luego quiero que te pongas la polla entre las tetas nuevamente y que con ellas la frotes hasta que notes que te quema y luego cuando estés bien caliente te la metas y me folles hasta que te corras. Aquellas palabras dichas con firmeza y sin lugar a dudas hicieron despertar en ella una lujuria que la ...
    ... lanzaron a un frenesí obediente que me transportó a un placer que hasta entonces no había experimentado. Nos corrimos de nuevo casi con más intensidad que la vez anterior y quedamos exhaustos y felices. No se cuantas veces lo hicimos, pero al final estábamos agotados. A partir de ese maravilloso día, mi vida se convirtió en un cuento de hadas. A Conchi, no le expliqué lo que había pasado entre Mireille y yo. No hacia falta; como buena mujer, conocía los olores de su macho y sé que ella lo descubrió por si sola. Mireille, a veces llegaba a casa antes de hora sin hacer ruido, solo para ver como yo seguía follando y sodomizando a mi hermana Conchi mientras pronunciaba su nombre. Mireille nos observaba desde la tranquilidad y oscuridad del pasillo y aprovechaba (tal y como más adelante me explicaría) para masturbarse con total impunidad y así mantener vivas las ganas de follarme en los momentos en que nos quedábamos solos. Los años fueron pasando (concretamente 5), follando felizmente todos, hasta que un día, mi padre falleció a causa de un Infarto de Miocardio (creo que mientras follaba con Mireille). Nuestras vidas cambiaron radicalmente, al desaparecer el. Mi hermana Mónica, se fue a ganarse la vida a otra ciudad. Mientras tanto, Conchi y yo, seguíamos manteniendo nuestra incestuosa relación que tanto placer nos había producido durante esos salvajes años, pero con la salvedad de que ahora tenía novio y por lo tanto nuestros encuentros cada vez iban a menos. De repente, parecía que ya ...
«12...192021...31»