1. CARLOS-KARLA II (LA CONQUISTA)


    Fecha: 26/08/2018, Categorías: Dominación Autor: mogwligdl, Fuente: SexoSinTabues

    ... en mi culo. Me convertí en un sumiso sin voluntad y muchas veces me han violado sin que yo haga nada al respecto… desde ese día…ese ha sido mi destino…Daniel sin querer me lo impuso como condición y yo lo acepté en mi vida. Simplemente la voluntad me abandona cuando cualquier hombre con determinación y postura se dirige a mi. Aquello que me hizo Daniel en esa tarde me hundió para siempre en un estado de inferioridad del cual ya no podría recuperarme nunca más y que cambio mis planes de vida. Aquel modo de hundirme, de degradarme, de humillarme hasta más allá del fondo, terminó de concretarse cuando sentí que Daniel me clavaba su poderosa verga más profundo que en ningún momento de aquella violación tan intensa, tan brutal y tan larga. Lo sentí estremecerse y lo oí rugir como un león y percibí con toda claridad cómo empezaba a eyacular entre mis tripas inundándome con su blanco veneno mi ser. En esos momentos me solté a llorar con un llanto calmado aun cuando nunca deje de llorar pero a través del cual podía ir aceptando cómo era que aquel despreciable ser humano se estaba adueñando de mi vida y se estaba convirtiendo en mi Amo y estaba acabando de marcarme. Llenándome las tripas con su lefa, me arrancaba el último vestigio de mi dignidad y de mi orgullo, me despojaba por completo de mi hombría y me convertía en un objeto que no debía sentir ni dolor ni placer, ni ninguna otra emoción si no solo la satisfacción de complacerlo y obedecerle a él, a mi Dueño. Y Daniel seguía ...
    ... clavándome su poderosa verga sin pausa. Aquello se me estaba convirtiendo en una eternidad. Con cada embestida sentía como si algo dentro de mí se quebrara sin remedio, como si Ojala pudiera decir que mi historia termina aquí sin embargo todavía falta mucho por contar. Cuando finamente Daniel saco su verga de mi culo se encabrono sobremanera al verla. La traía llena de baba, de lubricante, de semen y manchada con unas gotitas de sangre y algún resto de mierda. -Maldita sea… – dijo- La pinche gorda me cago el palo. Y sin pensarlo ni un instante echo mano por mis pelos y jalándome con fuerza volteo mi cara aun lado, dándome una cachetada mas y me dijo: — ¡Pinche cerdo! ¡Ponte a limpiármela que la dejaste toda cagada! No pude reprimir un sollozo más lastimero. Dirigí mi mirada hacia la verga de mi nuevo AMO que acababa de violarme y me la encontré más grande de lo que la había visto nunca, aún completamente erecta, goteando un grueso hilo de semen y manchada de sangre y mierda. Los ojos se me llenaron de lágrimas ms amargas por enésima vez en aquella jornada de aquel aciago martes. Abrí la boca y con renovado asco me tragué la poderosa verga de Daniel y empecé a mamársela con suavidad, lamiéndosela con devoción y tragándome hasta el último vestigio de la violación a la que había sido sometido por aquel incipiente narcotraficante de segundo de secundaria. — ¡Bien, gorda! ¡Bien!– me repetía incesantemente mientras mi lengua rinconeaba hasta el más minúsculo resquicio de su pito – ...