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Abuso de autoridad
Fecha: 27/08/2018, Categorías: No Consentido Dominación Autor: fernandete, Fuente: CuentoRelatos
... taladraba sin piedad, sentía sus bolas rebotar en mis nalgas, mi vagina se sentía llena de carne caliente. Tuve un par de orgasmos acompañados por gemidos muy sonoros que se ahogaron por tener la boca llena de aquella tiesa polla alargada. El dueño de aquella pija que se deslizaba en mi garganta comenzó a emitir quejidos y tensar su cuerpo, era el anuncio de su corrida que no tardó en salir a borbotones directo a mi boca. Como mencioné anteriormente, no pude percibir el sabor, lo que sí es que el tipo llevaría semanas sin correrse porque arrojó litros de líquido que se me salían por comisuras de los labios. El otro oficial que continuaba empalándome el coño no tenía el aguante de su compañero, enseguida aceleró el ritmo a mil por hora, me tomó fuertemente de la cintura y comenzó a llenar mi agujero con chorros calientes de semen. Los tres quedamos agotados, recobrando el aliento. A ellos les tomó un instante recuperarse, a mí me dolía la mandíbula, las nalgas me ardían de tanto azote y sentía el resto del cuerpo entumecido por lo incómoda que había sido toda esa faena en una cabina tan reducida. Breves instantes después se comunicaron por radio con la central y con la patrulla donde se habían llevado a Leo. Nos condujeron de nuevo a donde estaba el coche de mi novio, nos dejaron ahí sin más y se marcharon. Leo y yo regresamos presurosos a la ciudad sin pronunciar palabra alguna en el camino, tratando de asimilar las cosas. Tiempo después Leo aún estaba inquieto y quería saber qué pasó exactamente aquella noche. Le dije que no se preocupara, que lo importante fue que nos salvamos de ir a la cárcel o de que nos hicieron daño. Ya luego les platico cómo fue que le conté todos los detalles ya Leo y en lo que terminó aquella confesión. *************************** Gracias a todos los que se toman el tiempo de valorar y comentar este relato, me alientan a seguir publicando más historias. Saludos cordiales a todos, Claudia.