1. Esperanza y Caridad


    Fecha: 31/08/2018, Categorías: Lesbianas Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    Esperanza y Caridad, dos bellezas rurales, cursaban último año de recogida de guisantes. Pensaban dejar la aldea para ir a servir a la ciudad. Aquel lugar para ellas era como una cárcel en la que cumplían una condena con trabajos forzados los siete días de la semana, Esperanza era morena, delgadita, medía sobre un metro cincuenta, tenía el cabello castaño recogido en dos trenzas, sus ojos eran achinados y de color avellana, tenía tetas pequeñas, su culo era pequeño y redondo. Caridad también era morena y delgadita, tenía la altura de su amiga, el cabello negro recogido en dos coletas, sus ojos eran negros y muy grandes, tenía tetas pequeñas y su culo era muy parcecido al de Esperanza. Esperanza y Caridad parecían dos dulces muñequitas. Aquella noche, el padre y la madre de Caridad estaban en el hospital con su abuela que había cogido una pulmonía, y como Caridad tenía miedo a dormir sola en su casa fue a dormir a la casa de su amiga. La casa tenía dos habitaciones y tuvo que dormir con Caridad. Estaban las dos tapadas en la cama, en camisón. Esperanza.-¿Te haces pajas, Cari? -preguntó, sonriendo, y mirando a los ojos a Caridad. Caridad.-A veces -respondió con una media sonrisa en los labios. Esperanza.-Yo también. Ya me tiré al hijo de la Paca unas cincuenta veces. ¿Tú en quién piensas? Caridad.-Depende del día... Lo mismo me follo a un casado que a un soltero. Esperanza.-Con el pensamiento no se le mete los cuernos a nadie. Caridad,-¿Tú cómo la haces? -preguntó mientras le ...
    ... acariciaba el cabello con dos dedos Esperanza.-Froto la pepitilla con los dedos. Caridad.-¿No te metes los dedos en el coño? La conversación se las traía. Esperanza.-Sí, pero para correrme tengo que frotar la pepitilla. ¿Y tú? Caridad se echó boca arriba. Caridad.-Yo me corro de las dos maneras, y a veces, cuando tengo muchas ganas, meto dos dedos y froto la pepitilla al mismo tiempo hasta que me corro dos veces. Esperanza.-¿Y eso cómo se hace? Caridad se volvió a poner de lado. Parecía nerviosa. Caridad.-Esperando. Al ver que me viene frotando la pepitilla, dejo de frotar y me follo el coño con los dedos, y cuando siento que me va a venir de las dos maneras, froto la pepitilla y follo el coño con rapidez y el gusto es doble. Esperanza.-¡Qué suerte tienes! ¿Mientras tiras la paja te dan ganas de chuparte las tetas? Caridad.-Siempre, pero como las tengo pequeñas y no le llego con la boca las magreo. Esperanza.-Como yo. A veces, si llegara, también me lamería la pepitilla. Caridad-Yo me lamería todo el coño hasta correrme en mi boca. ¿Tienes muy grande la pepitilla? Esperanza.-Cuando estoy excitada, sí. Me sale para fuera una bolita. ¿Y tú? Caridad.-La mía es grande sin estar excitada. Esperanza.-¿Me la enseñas? -preguntó con una sonrisa picarona en los labios. Caridad.-Me da vergüenza. Esperanza.-¿Por qué? Caridad, se sonrojó. Caridad.-Porque estoy mojada. Esperanza-Eso es normal, yo también estoy mojada. Se destaparon. Se quitaron el camisón y se vieron sus pequeñas tetas, con ...
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