1. Mi segundo encuentro con Pirata


    Fecha: 04/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Tabú Autor: malebens, Fuente: xHamster

    ... comenzó a trotar despacio hacia la casa, a trotar hacia mí…Llegó a la puerta y me corrí a un costado para dejarlo pasar. Lo que sucediera hoy con ese perro, no iba a ser en el jardín a plena luz del díaPirata entró y se sentó en un rincón a mirarme. Su verga colorada ahora era más visible. Parecía esperar a que yo hiciera la primera movida.Con mis piernas temblando, me levanté para sentarme en un sillón.Por un momento miré fijamente a Pirata, pensando si realmente quería hacer esto otra vez.Pude ver su lengua húmeda colgando y recordé lo bien que la había sentido en mi concha.Sería algo casi inofensivo dejar que me lo hiciera otra vez.Me recosté sobre el sillón y abrí bien mis muslos, dejando mi cola al borde.Había un gran espejo sobre una pared. Podía verme entera allí, con mis piernas abiertas y mis labios externos muy hinchados y enrojecidos.Los veía totalmente mojados además.Nunca me había visto tan caliente; tan lista para tener sexo…Presentí que Pirata había entendido mi mensaje, porque se levantó y se acercó, olfateando entre mis tobillos. Se acercó más y metió su nariz entre mis muslos, descubriendo la fuente de semejante olor…Su larga y rugosa lengua apareció a la vista y comenzó a lamerme desde mi estrecha entrada trasera hasta mi clítoris…Me incliné hacia atrás y gruñí de placer. A Pirata le encantaba mi olor, pero más le gustaba el poder saborearlo con su lengua.Indudablemente, no era suficiente para él. Su lengua estaba encontrando cada milímetro de mi ...
    ... desesperada concha y buscaba más todavía.Sentí que su lengua se adentraba muy profundo en mi vagina.Cuanto más ese perro lamia, más jugos fluían de mi sedienta concha.Estaba perdida sintiendo esa lengua, cuando mi primer orgasmo apareció de la nada. Mi concha se estremeció sin control y mis caderas se levantaron del sillón. Pude sentir una tremenda oleada de fluido salir de mi cuerpo, pero Pirata lo lamió entre gruñidos.Me recosté otra vez respirando rápidamente, mientras mis espasmos continuaban un poco más. Entonces noté que Pirata ya no lamia más…Levanté mi cabeza para mirarlo y él puso sus patas delanteras sobre el sillón. Estaban a cada lado de mi cintura y su cuerpo se movía hacia adelante.Yo estaba tan caliente que quería otra vez su gruesa verga dentro de mí.Realmente no sabía si iba a funcionar en esa posición, pero lo dejé a él hacer todo. Trataría de ver qué sucedía en esa posición básica del misionero… para un perro…Pirata se sacudió un poco más hacia adelante y pude sentir la punta de su verga colorada tocando mis labios externos. Abrí un poco más mis muslos, esperando que pudiera alinearse él solo.Entonces sentí otra vez su poronga rozar mis labios depilados y supe que ya casi estaba adentro. Sabía que no hacía falta guiarlo. Su lengua había dejado la entrada de mi concha hinchada y bien abierta como una flor.Tan pronto como su dura verga encontró por fin mi entrada caliente, Pirata se zambulló y me la hundió hasta casi la mitad.Yo arqueé mi espalda cuando me sentí ...