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Mi segundo encuentro con Pirata
Fecha: 04/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Tabú Autor: malebens, Fuente: xHamster
... chupar.El gusto le encantó, porque repetí la operación y él se lanzó nuevamente a chupar. Me hizo temblar de placer…Era un poco doloroso, pero al mismo tiempo placentero. Quería mantenerlo ocupado hasta que su enorme verga pudiera salirse de mi cuerpo.Iba a tener otro tremendo orgasmo muy pronto. Podía sentirlo. Toda esa experiencia: su gruesa poronga todavía disparando semen en mi vagina, su nudo colorado sellando mi cavidad y su rugosa lengua lamiendo mis pezones, era demasiado para mí…Sentí que me vaciaba las tetas por completo. Justo cuando Pirata terminó de succionarme, comenzó a apartarse de mí.Sufrí un poco de dolor cuando su nudo rojo presionó contra mi punto G; pero enseguida la sensación se transformó en placer y comencé a gritar como loca mi tercer brutal orgasmo…Me agité sin control mientras ese orgasmo recorría mi cuerpo. Mi concha quería atrapar ese pedazo de carne que intentaba retroceder y escapar.Podía sentir cada rugosidad y cada vena de esa increíble cosa.Me agité como una maniática y parte de mis fluidos salieron para manchar todo el lugar donde habíamos estado cogiendo…Nunca había acabado de esa manera tan brutal e intensa.Mi concha le pertenecía ahora a Pirata. Podría tenerla cuando él quisiera…Volví a gritar y aullar, sintiendo todavía el ...
... toque final de ese último orgasmo. Cuando terminé, colapsé sobre el sillón, totalmente exhausta.Pude sentir que Pirata seguía retrocediendo y dilatándome con su gruesa poronga; pero ya no me quedaba energía para detenerlo.Miré en el espejo, cuando su pito salió acompañado de esa bola roja.Calculé que ese perro me había metido más de treinta centímetros de carne dura en mi concha. Dolía, pero se sentía bien…El sillón quedó hecho un desastre, manchado con la mezcla de nuestros fluíidos. Todavía seguía saliendo esa mezcla de mi vagina y mi vientre se veía salpicado por su potente semen…De alguna manera, fui capaz de levantarme de ese sillón.Agité mi cabeza cuando vi el desastre alrededor. Volvería al día siguiente para limpiar todo el lugar. Olía a sexo salvaje en todos lados…Pirata se había echado en su rincón y ahora se lavaba esa punta roja…Lo llamé y abrí la puerta trasera para que saliera al jardín. Podía ver que ese bicho estaba exhausto, mientras caminaba muy despacio.Me vestí otra vez y a duras penas pude agacharme para rellenar los platos del perro con agua y comida…Mire nuevamente a Pirata. Estaba exhausto, pero ahora también parecía estar triste, presintiendo que iba a quedarse otra vez solo.“No te preocupes, Bebé… Mami va a volver mañana sin falta…” Le susurré.