«A LOS CATORCE»
Fecha: 06/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: HornyBoy95, Fuente: SexoSinTabues
... varoniles mientras me cogía. — Hola, me llamo Gonzalo— dijo con voz un poco gruesa. — Hola — le respondí. Su madre le sugirió que conversara conmigo un rato e hiciéramos amistad, en mi mente deseaba que aquello fuera más que una simple amistad. Nos alejamos de los demás y nos dirigimos hacia dentro de mi casa, él iba detrás de mí, al entrar me di cuenta de que gran parte de las cosas se encontraban ya en su lugar, fuimos a la sala nos sentamos en los sillones. — ¿Y qué me puedes contar de éste lugar?— pregunte mientras tomábamos asiento. — Pues no mucho— respondió rápidamente—. Es un lugar muy tranquilo, estoy seguro que muy pronto te gustará. — Pues ya me está gustando— dije— los vecinos han sido muy amables al venir a darnos la bienvenida. — Pues muy poca gente se muda a este pueblo, en esta colonia es raro ver gente como ustedes llegar a quedarse— dijo. — ¿Gente como nosotros?, ¿pues que tenemos de especial? — Ustedes son gente rica, gente que tiene mucho dinero¬¬— respondió, casi antes de que pudiera terminar mi última pregunta. — Ya entiendo— respondí Hubo un momento de silencio. — Y ¿Cuántos años tienes?— preguntó por fin. — Catorce— dije — Que coincidencia, tenemos las misma edad¬— dijo y sonrió un poco, su sonrisa me hizo perder el aliento, era tan perfecta. — ¿Ya decidieron a que escuela vas a ir? — Mi mamá me dijo algo de una escuela que es solamente para chicos — Me imagino que te refieres a la secundaria José Antonio González, yo estudio ahí— dijo, al oír que él ...
... estudiaba ahí me alegré pero traté de no ser muy obvio con mi alegría¬—. De hecho es mixta pero solo nos juntamos a la hora del receso, durante las clases estamos separados por sexo, en los salones de la derecha están la mujeres y de los del lado izquierdo estamos los hombres. — Supongo que ha de ser esa— dije. — Si entras en esa escuela vas a tener mucha suerte con las chicas, a ellas le gustan los chicos como tú, ya sabes les gustan los güeros. Al oír ese comentario yo simplemente reí con un poco de pena y nervios. — Pero que dices, tú no estás tan mal— dije, como intentando hacer una broma y que no notara mi atracción hacia él. — Ya lo sé— me dijo dejando escapar un pequeña risa— pero vas a ver que en cuanto entres me vas a bajar a todas mis novias. Ambos reímos, pasaron alrededor de cinco minutos en los que platicamos de otras cosas y justo íbamos a comenzar a hablar de nuestras relaciones sentimentales anteriores cuando mi madre entró y dijo que la familia de Gonzalo ya se iba a su casa, y preguntó si quería quedarse un momento más, Gonzalo respondió que le gustaría mucho pero no podría porque ya era tarde y aún no había comenzado a hacer su tarea. — Nos vemos, Ernesto. — Hasta mañana —dije. — Después seguimos hablando. Cuando se fue mi madre y yo seguimos supervisando que los de la mudanza pusieran todos los muebles en su lugar; todo quedo tal cual mi madre había querido y como a las ocho de la noche ya los señores de la mudanza ya se iban a retirar, mi madre les pago y ...