«A LOS CATORCE»
Fecha: 06/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: HornyBoy95, Fuente: SexoSinTabues
... súper y también voy a pasar al centro comercial a comprar algo de ropa. — Está bien, mamá — Que le vaya bien señora— dijo Gonzalo. Mi madre salió de mi habitación y pude oír cuando se fue con su automóvil. Gonzalo y yo comenzamos a hacer la tarea y después de casi una hora de trabajar decidimos darnos un descanso. — ¿Quieres algo de tomar? — Sí, claro Bajamos a la cocina, abrí el refrigerador y saqué una botella de refresco de Coca-Cola, ambos nos servimos y de nuevo subimos a mi habitación, el día era caluroso y ya estábamos un poco cansados de estar haciendo tarea. — Oye, ¿puedo recostarme en tu cama?— pregunto Gonzalo — Claro— cuando dije esto se dirigió hacia mi cama mientras yo solo lo observaba desde mi pequeño escritorio que estaba frente a la ventana de mi habitación. Cuando se acostó sobre mi cama pude ver su bulto que se maraca prominente en su pantalón, el rosó su mano sobre aquel bulto de manera rápida, eso me excitó demasiado. Me levanté de mi lugar y fui hacia el librero que estaba a un lado del escritorio. — ¿Qué tal te va con Paola?—dijo —. A ella le gustas mucho ¿lo sabías? Paola era la chica con la que había estado saliendo para ver si así lograba sacar de mi mente a Gonzalo, claro que eso era imposible. Aunque pasaba muy buenos momentos con ella y aunque era muy guapa, mi atracción por Gonzalo era mayor. — Bien— respondí como si nada— ella es muy buena onda. — ¿Ya lo hicieron? — No, casi no hablamos de eso, además a mí me gustaría esperar más— dije—. ¿Y a ...
... ti como te va con Ceci? — Ya me estoy hartando de eso, ella es guapa y todo lo que quieras pero no ha querido tener sexo conmigo y yo ya tengo muchas ganas de estar con ella. Nunca me esperé esa respuesta, ellos parecían estar muy bien. Decidí ya no hacer ninguna pregunta más y continué buscando un libro donde pudiéramos sacar más información sobre el sistema reproductor masculino. Un par de segundos después escuche que Gonzalo se levantó de la cama. Pensé que seguiría trabajando en la laptop, pero no fue así. — He notado la forma en que a veces me miras— dijo en voz baja, casi susurrando. Por un momento me quede congelado, no sabía que decir. — ¿A qué te refieres? — No te hagas el tonto, ambos sabemos a lo que me refiero— dijo a mi oído mientras que con sus manos, aquellas manos que tanto me gustaban, acariciaba mis hombros y brazos. Aquella situación estaba excitándome aún más, sentir sus manos varoniles que me apretaban los hombros me encantaba, por fin mi más grande fantasía se hacía realidad. Sus caricias se hacían más intensas, yo no decía nada, permanecía en silencio cuando de súbito comenzó a sobar su bulto en mi trasero, se sentía muy bien, aun no estaba en erección y podía sentirse grande incluso sobre la tela de sus pantalones de mezclilla. Comenzó a darme pequeños besos en la nuca, sus labios eran suaves, pronto sus besos pasaron a mi cuello y sus manos a mi cintura. — ¿Te gusta?— preguntó. — Sí— respondí con la voz un poco temblorosa— me gusta. — No tengas miedo, ...