1. Las bombachitas de Marisol


    Fecha: 06/09/2018, Categorías: Fetichismo Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... me balanceaba hacia mis costados, le tocaba el pelo, intentaba alcanzar sus gomas aún desnudas, le acariciaba el rostro y olía su tanguita mojada por el desenfreno de mi lengua. Me la escupió, lamió mis bolas y friccionó sus uñas en mi tronco grueso, me llenó de besitos babosos y con ruido, me tranzó con el sabor de mi pija y volvió a metérsela toda en la boca para petearme con un tentador mmmm en la garganta. Hasta que la soltó de golpe y mientras se me sentaba encima decía: ¡no te voy a tomar la lechita todavía, mejor dejámela toda en la conchita nene! No sé cómo fue que la sabiduría condujo mi pija a la entrada de su vagina para que ella se despache con una serie de movimientos que me calentaban más y más. El calor de su vulva que chorreaba flujos a granel era demasiado para mi inexperiencia, y no sabía cuánto más iba a durar sin eyacular. Ella saltaba, me hacía palparle las tetas, iba de atrás hacia adelante, su cola chocaba con mi pubis implacable y sus palabras lo decoraban todo. ¡te gusta cómo te estoy cogiendo Dieguito?, vos sos virgen no, pero no importa, cógeme que me encanta tu pija!, cómo te imaginabas que era yo nene, así de trolita?, con estas ganas de cogerte nenito?, siempre me calentaste, y me encanta que me ...
    ... huelas el cuello y que te calienten mis tetas, daleee, dame la lechitaaaa, largala todaaa guaaachooo! Me decía sin dejar de galopar, encendida y sin medir el volumen de su voz. Yo se la solté toda en cuanto me juraba que si no le chupaba la concha uno de estos días no me hablaría más, y ella me guardó su bombacha en el bolsillo del pantalón. Salimos en cuanto el sudor que se nos acumulaba en el cuerpo pudiera ceder un poco, y, ya cerca del fin del programa, mientras dábamos los nombres de los ganadores del concurso, la pibita me decía, siempre por lo bajo y en el borde de mi silla: ¡tu lechita me está chorreando por las piernas, y ya me llega hasta las medias cochinito! Yo volví a tener la pija dura como para ensartarla donde sea. Pero ya no había tiempo para nada. El conductor del programa siguiente ya esperaba su turno. Solo que, al salir para tomarme un taxi y al fin irme a casa, escuché a Eugenia hablando con Marisol. Nuestra compañera le dijo: ¡entonces, ya te lo moviste pendeja, y en el baño?! Marisol la hacía callar con chistidos. Como imaginarán, las cosas no podían quedar así. Marisol era insaciable, y en el programa había muchas opciones para elegir. No saben la cantidad de pajas que me hice esa noche con su bombachita! fin 
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