EL MENOR (VIAJE II)
Fecha: 07/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues
Lo puse a mi lado, me acaricio suavemente el culo y el chochito que nuevamente estaba mojado, abrí las piernas y mirando hacia el espejo le dije: mira que bello panorama, mira qué lindo se ve, me levanto un poco más la pierna hasta que se me veía íntegro y abierto el conejito Me pregunto cuál era mi posición favorita. Le conteste que en verdad disfrutaba de todas pero que me gustaba más cuando me cogían por atrás, Te veía cómo se te salían los ojos cuando me mirabas, le dije. Entonces empezó a jugar, me agarro una teta y me dijo: ¿de quién es esta teta?, al pasar por mi cintura ¿de quién es esta cinturita? paso su mano por mi entrepierna y también me pregunto: ¿de quién es este chochito? me toco el culo ¿de quién es este culazo? Y respondiendo a todo es tuyo. El solo hecho de estar hablando de algo tan vulgar, despertó los deseos y advirtió que su miembro comenzaba otra vez a crecer. Seguimos charlando le acariciaba por momentos la verga y el culo, metía la mano debajo de su ropa interior y la saque aún dormida. ¿Qué pasa mi bebé?, ¿por qué está tan triste? Le decía mientras lo manipulaba de un lado para el otro. ¿Qué le han hecho para que no pueda ni pararse?, ¿no quiere entrar al huequito que tanto quieres? le estaba ofreciendo algo que de solo pensar lo apretadito que sería se le subían otra vez los humores. Me recosté y suavemente saque una teta, mostrándosela le pregunte: ¿quieres? No respondio, simplemente se aproximó por detrás. Tenía el calzoncito negro que se veía ...
... divino y contrastaba con el color de mi piel, haciéndome aún más atractiva aquella parte gloriosa de mi cuerpo. Me lo quito lentamente y se pegó poniendo su verga aún dormida en contacto con la raja de mi culo, sin mover mi cuerpo y abriendo con una de mis manos mis nalgas, termine por acomodarla en la entrada de mi ardiente ano. Este contacto nuevo y placentero hizo que su miembro comenzara a despertar lentamente, sentí que su bulto crecía con los movimientos sensuales y casi imperceptibles que hacía, hasta que se irguió orgulloso para un nuevo desafío. Estiro el brazo para alcanzar la botellita de aceite del velador, no sin antes decirme: No te muevas, con mucha delicadeza me paso el líquido lubricante en mi hermosa entrada y partes circundantes. Anticipándose a lo que sin remedio estaba por ocurrir, le reclame: no seas cruel, no me digas que me la vas a meter por ahí. No me respondió, estaba con la idea fija y nada ni nadie lo harían desistir de su propósito. Con el aceite que quedaba entre sus dedos lubrico la punta de su pene y se asomó para metérmela en aquel glorioso huequito. Espera por favor, le suplique, no lo hagas sin que yo pueda disfrutarlo. Le pedí abrir el ropero de madera que estaba justo en frente de la amplia cama, en el interior de una de las puertas había un espejo de cuerpo entero y de acuerdo al ángulo de apertura que se le diese, bien podría reflejar lo que pasaba o más bien, permitía ver todo lo que nosotros hacíamos. Ahí está bien, le dije mientras ...