LOS LIBIDINOSOS Y EL CINE - Relatos Eróticos

LOS LIBIDINOSOS Y EL CINE

... Bernardo, no miró hacia donde yo estaba. Decidí andar hasta Santo Domingo y girar por la calle Silva de vuelta hacía Gran Vía. Ya en la calle Silva, por la acera de mi izquierda avancé deprisa hasta llegar al escaparate de una zapatería que me permitiría verla llegar.MM. El semental me gustaba, era un lindo hombre, tímido pero recio, de esos que cuando se sueltan seguro te cogen hasta el alma, pero que digo… NO¡¡¡, no¡¡¡ estoy en un país que no es el mío y un tipo que no conozco, haciéndome fantasías, con ese pingo… Hay… está parado en el escaparate de la vidriera, esperando que pase..... el muy pillo…G. Pasó un minuto más o menos y no aparecía, extrañado y pensando que quizá ya habría sobrepasado la calle Silva hacia Callao decidí arriesgarme y asomarme a Gran Vía. Al llegar a la esquina miré hacía Callao, no la veía, joder, pensé... justo en ese momento me rebasó por mi derecha mirándome de soslayo, no me moví, haciendo como que observaba los edificios. No la engañé claro..MM. Yo lo encaro, le hablo, - pensaba - le pregunto una dirección… no , no me animo, sigo?, no lo mires Martita, no seas buscona, ya te sale la puta a la menor rascada, no seas puta – me decía, - pero el rabillo de mis ojos se fueron con él, ¡¡ayyy!! se habrá dado cuenta que lo miré? Que quiero algo con él, pero no…G. Vi como se quedaba mirando el cartel del cine REX, como si pensara entrar.MM. Un cine apareció ante mí. Como aquellos cines continuados, matiné de domingo de dos a ocho, calle Mitre en ...

... Avellaneda, con olor a garrapiñada y mugre, de la niñez más tierna, donde aprendí a soñar. Los recuerdos se agolparon salidos a hurtadillas de mi mente, franeleros, los primeros besos, “Buenas Noches Alejandro” en la pantalla y yo sorbiendo la leche mi primer falo, de mi primer noviecito o cuando dieron Tiburón y terminé en un privado de la tertulia devorada por tres compañeros de liceo que me recogieron, mi primer sexo grupal… Cuantos recuerdos.G. La sobrepasé pensando en mirar que película era, igual me apetecía verla. Me fui a la otra cartelera e intenté controlar sus movimientos mediante el reflejo del cristal, dudó, miró hacia donde yo estaba, no sabía si de pronto se volvería para decirme algo, o si se dirigiría a hablar con la taquillera. En ese momento se dirigió a la taquilla y pensé, de nuevo: mierda, va a pedirle a la taquillera que llame a la Policía para que me detengan por acosarla.MM. Entro, si entro y si me sigue el gato vemos que pasa… lo quiero para mí, me animo, sí, me están dado cosquilleos… y si no entra, me masturbo en la oscuridad de la sala, y me calmo. Necesito placer, necesito placer dioses…MM. Ya habíamos caído en el juego de la seducción. Todas las defensas, todos los atalayas de pudores cedieron al deseo de intimar con el bello macho, de ser su hembra. ¿Dónde está mi regalo Madrileño?¿me vio entrar?G. Según me aproximaba a la entrada del cine me ponía más nervioso, pero a la vez excitado... pasé de largo y nada, no la veía, volví sobre mis pasos y me ...