Un sueño realizado
Fecha: 17/09/2018,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Me llamo Alejandro, tengo 50 años y mi esposa Miranda 40, somos un matrimonio solo, es decir no tenemos hijos, mi esposa es Abogada y yo Ingeniero Civil, Miranda, así se llama que por cierto debo decir que es una espléndida mujer, tiene un hermoso cuerpo el cual cuida mucho con ejercicio y un rostro con un lindo color moreno cobrizo muy atractivo, cabello negro y a los hombros y por ende un bello cuerpo muy bien armonizado el cual trata de cuidar a base de mucho ejercicio en el GyM. Esta historia comienza en septiembre de hace 3 años, en Colombia (precisamente el día de mi cumpleaños) y de regalo le he pedido a mi esposa una noche de pasión como obsequio. Por ser ese día muy especial, mi esposa me invito a cenar, tomar unas copas y a bailar para celebrar mi cumpleaños, de tal forma que acudimos a un Restaurant-bar céntrico, escogimos una mesa alejada junto a un ventanal, ahí tomamos varias copas de vino y platicamos de nosotros de nuestra felicidad y lo bien que nos sentíamos uno al lado del otro. Miranda me decía, -esto no es todo… en casa te tengo algo especial, te daré mi cuerpo y todo lo mejor de mí. Cuando llegamos a casa, Miranda sirvió dos copas de vino tinto y acercándose con unos pasos seductores me extendió la mano con la copa para que la tomara mirándome de una forma muy sensual y coqueta, brindamos por nuestro amor y por nosotros, nos besamos apasionadamente y cuando comenzaba a acariciar ese esplendido cuerpo mi esposa se alejó tiernamente unos pasos y me dijo. ...
... -Espera, quiero que está noche sea especial, quiero hacerte el amor apasionadamente. -Te debo tu regalo, y ese regalo seré yo. -Dime, que deseas que haga, te complaceré en todo esta noche -me decía Miranda. -Mi amor -le dije- que te parece si le ponemos algo de sabor a esta noche y cuéntame alguna fantasía sexual, que quieras realizar o hayas imaginado tener, para hacer más estimulante el momento –ella movía los ojos de un lado a otro y hacia mohines con la boca poniéndose un dedo en la barbilla, como pensando que tipo de fantasía estimulante contarme, de repente abrió los ojos y se me quedo mirando coquetamente– ya sé cuál fantasía, así que prepárate mi amor. -Sirve otra copa, en lo que me preparo, -me dijo y se metió al vestidor. -Me dirigí rápido a la sala a preparar dos copas de vino y entre a la recamara, justo cuando ella casi salía del vestidor, me recosté en la cama con mi copa en la mano en espera de su aparición, apague las luces principales, dejando encendida únicamente la lámpara de noche, para crear una atmosfera más íntima y romántica,----- a los pocos minutos apareció Miranda en el umbral de la puerta, apenas la vi, me dejo sin palabras con la boca entreabierta.. -Apareció Miranda vestida con un negligé negro transparente que le llegaba a la mitad de las nalgas, traía puestas unas medias negras sin ligero, un minúsculo bikini que dejaba ver ese maravilloso triangulito del amor atado a los costados y zapatillas plateadas, con el pelo suelto y una mirada traviesa, ...