Un sueño realizado
Fecha: 17/09/2018,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Llego el día viernes y procedí a viajar a la capital como lo tenía, planeado, pues tenía que ver que ver a unos proveedores y comprar materiales de construcción. Por lo general siempre viajo solo, ya que el trabajo de Miranda le absorbe mucho tiempo, por lo que respetamos el trabajo de cada uno, en ocasiones me quedo a dormir en la capital si el tiempo no me alcanza o algo de lo planeado no resulta como uno piensa. Llegue temprano a la Capital y afortunadamente logre resolver mis asuntos antes de lo pensado y me dirigí al estacionamiento para recoger mi camioneta y regresar a casa, pero antes de hacerlo pase por una Estética que no había visto en mis viajes pasados así que decidí cortarme el cabello, y es en este sitio en donde conozco a Mary, una chica de unos 40 años, mirada cautivadora, quien resultó ser la dueña de esa pequeña pero muy bien lograda Estética. Una estética muy armoniosa en su mobiliario y el buen gusto se veía en el mínimo detalle, había dos Estilistas mas que estaban atendiendo a dos clientes mas y esta chica sola, Apenas entre esta chica se aproximó a mí me pregunto con una bella sonrisa, si me arreglaría el pelo o las manos. Yo le comenté que únicamente el cabello, le indique como lo quería y en vez de tomar una revista, me dedique a observarla y platicar con ella. (Debo decir que soy Mexicano y mi tono de voz en cualquier lado lo identifican y eso me ha abierto muchas puertas en mi trabajo, es algo que yo tomo mucho en cuenta y eso es un tema ya dado, ...
... por esa razón le estoy muy agradecido a Colombia.) Platicamos cosas triviales, como de donde es, el clima, la economía etc., cosas sin intranscendentales, de mi país y de Colombia. Platicamos y hubo empatía por lo que, quede de regresar en dos días para que me arreglara las manos y me continuara platicando de las maravillas de su país.. A los dos días regrese nuevamente y me dirigí a la Estética, tuve que esperar a que ella se desocupara, y después de casi media hora, me tocó el turno. -Qué pena que lo haya tenido ahí sentado, espero no se haya aburrido -me dijo. -No, para nada, y aquí me tiene lo prometido es deuda, soy todo suyo para que me arregle las manos, ¿o ya se le olvido? -Para nada, de hecho, estaba pensando en usted a la hora del almuerzo, pero sinceramente, no creí que regresara -me dijo. -Pues lo pensé por la hora que es, ya casi cerramos y nada que aparecía, pero finalmente cumplió y aquí esta. -Ahora de castigo la invito a tomar un café a la salida -le dije, porque yo por lo general siempre cumplo mi palabra. Ella aceptó, hizo espléndidamente su trabajo, sentí sus manos muy suaves y tibias, no sé qué me estaba pasando con esta mujer que me estaba cautivando con esos ojos que destellaban y tal parecía que hablaban y esa hermosa sonrisa, me atraían mucho. Llegamos a la cafetería que no distaba más allá de una calle y nos presentamos, pues aun no sabíamos nuestros nombres ya que solo habíamos platicado superficialmente, ella se llama Isabel y me contó lo siguiente. ...