1. CON PAPÁ EN MI ADOLESCENCIA Y JUVENTUD


    Fecha: 20/09/2018, Categorías: Incesto Autor: jumalore, Fuente: SexoSinTabues

    ... dar paso a sus 20 cms. de carne caliente. Mordí de nuevo la almohada y lloré de dolor y de placer: A mis quince años recién cumplidos había logrado mi sueño de ser desflorado por mi propio padre. Empezó primero un delicado "mete y saca" que poco a poco aumentó de velocidad hasta que el dolor desapareció por completo para dar paso, a partir de esa mañana. a muchas horas de placer que mi papá y yo hemos repetido varios años. - ¡Oh, papá, me has introducido toda tu verga! - Si, hijito, te ha entrado toda.... ¡Oooohhhhh! - ¡Aaaahhhh...!, ¡Aaaahhhh...!, ¡Aaaahhhh...!, ¡Aaaahhhh...! Casi toda afuera y toda hasta el fondo, Casi toda afuera y toda hasta el fondo, Casi toda afuera y toda hasta el fondo, Casi toda afuera y toda hasta el fondo... Era un placer indescriptible. El dolor había cedido por completo... ahora era gozo y placer. A mis apenas 15 años recientemente cumplidos era penetrado por primera vez. Repentinamente y sin yo desearlo, mi papá extrajo todo su miembro de mi interior. ¡Qué enorme vacío sentí...!. No supe por qué lo hacía, hasta que me dijo que cambiaríamos de posición. Me puso al borde de mi cama y acomodando mis pies sobre sus hombros mi papá se arrodilló en el piso. Apuntó la punta de su lanza a su objetivo que sin ningún impedimento se perdió totalmente en ...
    ... mi ano sangrante. Es la posición que siempre me ha gustado más para hacer el amor, ya que mientras soy penetrado, podemos besarnos y me siento mujer. - ¡Oooohhhhh, papá, dámelo todo, papá! - Todo... es tuyo...., hijo... Todo... es tuyo...., hijito... Todo... es tuyo...., - ¡Aaaahhhh...!, ¡Aaaahhhh...!, ¡Aaaahhhh...!, ¡Aaaahhhh...! En tanto era penetrado hasta el fondo mi papá me besaba en la oca, en el cuello, o succionaba mis pezones haciendo surgir la mujer que desde niño llevo dentro de mí mismo, aunque debo decir que mi apariencia no es para nada la de un homosexual. En eso mi papá se agitó de forma especial diciendo: - ¡Me corrooooo....!, ¡Me corrooooo....!, ¡Me corrooooo....!, - ¡Dame toda tu leche, papá!, ¡dámela toda! - ¡Oooohhh!, ¡Oooohhh!, ¡Oooohhh!, ¡Oooohhh!, ¡Oooohhh! Cada gemido de mi papá era un chorro de su semen caliente que inundaba mis interiores y se me derramaba hacia el exterior. Dejó mi ano totalmente húmedo y chorreando leche y sangre. Fue una posesión única, jamás la he podido olvidar. Un poco de dolor al principio pero después fue placer y más placer. Ese placer lo experimentamos mi papá y yo muy seguido durante los años que siguieron y que pudimos hacerlo. Puedo decir que nuestras relaciones hicieron que desde entonces nuestra comunicación creciera. 
«12345»