Los futbolistas
Fecha: 21/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
La verdad es que no sé que fue lo que pasó. Juro que yo nos los provoqué, y cuando empezaron a decirme cosas jamás imaginé en que iba a terminar todo. Yo trabajo en la villa deportiva, y esa vez me tocaba atender la parte del complejo en donde se estaban concentrando los jugadores de fútbol. Mala suerte porque a mí no me gusta ese deporte, a pesar de que estoy estudiando para recibirme de profesor de educación física. El trabajo tampoco me gusta mucho, pero para mis dieciocho años esta bien. Me ayuda a pagar los estudios, y además me permite entrenar en mis ratos libres dentro de la villa. Entre los sectores a mi cargo estaban los vestuarios. Yo siempre dejaba todo listo antes de que los jugadores terminaran de entrenar, pero ese día me retrasé porque tenía mucho trabajo y recién pasé a terminar de ordenar apenas después de que ellos llegaran. Cuando entré, todos los muchachos estaban desnudos. Algunos se estaban bañando, otros conversaban en voz alta. Parecían muy alegres, pero también se notaba que estaban muy excitados porque se hacían bromas pesadas y no perdían oportunidad de toquetear a todo aquel que se descuidase. Seguramente era porque llevaban casi tres semanas concentrados. Ya me iba cuando vi al arquero que recién había salido de las duchas, y me quedé mirándolo, o más bien admirándolo. Era un lindo ejemplar de macho, y además tenía una tranca impresionante. Fue un instante, pero el tipo me vio y me gritó: "¡Eh! ¿Que miras?" Y después, sonriendo maliciosamente ...
... agregó: "¿Te gusta lo que ves?" Yo me puse rojo, y me encaminé a la salida. Pero entonces él gritó más fuerte: "¡Hey muchachos, parece que tenemos un puto por aquí!" Entonces otro de los jugadores, uno muy alto y grandote que tenía puesta una toalla en la cintura, se paró delante mío cortándome el paso y me miró frunciendo el ceño. Yo traté de esquivarlo, pero me sujetó de un brazo y me preguntó si era cierto lo que había dicho su compañero. Me molesté, y sin pensar en nada le contesté que más puto sería él ¡¡No debí haber hecho tal cosa!! El tipo se amoscó, y sujetándome de los brazos me arrastró hasta donde estaba su compañero. El arquero se acercó, y mirándome fijamente me dijo: "¿Así que eres un marica? ¿Te gusta que te den con la polla por la boca y por el culo?" Yo negué con la cabeza, pero el arquero y todos los demás se rieron. Francamente estaba nervioso, porque si hablaban muy alto alguien podía llegar a escucharlo, y lo que menos quería era que me pusieran en evidencia. ¡Bah! Yo podía negar todo, pero tendría que aguantar las bromas de mis compañeros quien sabe cuanto tiempo. Ellos debieron notar mi intranquilidad y habrán querido divertirse a costa mía, porque entonces el arquero se subió al banco que había a un lado y empezó a sobarse la verga delante de mis narices mientras me preguntaba si no se me hacía agua la boca. Todos los jugadores se rieron nuevamente, aunque algunos dijeron que me dejaran tranquilo. Pero yo notaba como la verga del arquero se estaba ...