Helena y el Gerente de su marido - Relatos Eróticos

Helena y el Gerente de su marido

Helena y el Gerente de su maridoHelena me pidió esa mañana en la oficina, si podía yo acompañarla a entrevistarse con el Gerente de su esposo Jorge. Su apuesto maridito estaba de viaje fuera de la ciudad y ella pretendía arreglar un buen aumento de sueldo, sin que él se enterara…“El tipo va a querer cogerte” Le dije un poco divertida.“Para nada, amiga… es un viejo baboso y no creo que todavía se le ponga dura”. Me contestó Helena todavía más risueña.Al llegar al edificio en cuestión, Helena me pidió que fuéramos al baño de damas.Allí abrió su bolsa y sacó su “uniforme de perra”. Se quitó el conservador vestido que había usado a la mañana en nuestra oficina y se vistió como una verdadera puta.Había elegido un vestido negro ceñido a su escultural cuerpo, largo hasta las rodillas, que marcaba muy bien sus voluptuosas curvas. Un tremendo tajo a un costado dejaba asomar uno de sus muslos, mientras que unos zapatos de taco alto estilizaban todavía más sus perfectas piernas. Se me humedeció la concha de verla así…Naturalmente no llevaba tanga, como de costumbre…Giró hacia mi, luego de mirarse en el espejo, preguntándome: “Cómo me veo?”.Por supuesto, le contesté que se veía infernal…muy perra y muy cogible…Nos dirigimos hacia la recepción, donde una bonita nena de grandes tetas nos hizo sentar y esperar, mientras ella entraba al despacho del Gerente.Enseguida se asomó el hombre, sonriendo al ver a Helena, ya de pie en la entrada.Abrió sus brazos para rodearla con ellos, besándola ...

... afectuosamente en una de sus mejillas. Me pareció ver que una de sus manos se deslizaba para acariciar la redonda cola de mi amiga.Helena nos presentó y el hombre enseguida nos hizo pasar, corriéndose a un lado mientras mi amiga avanzaba contoneando sus caderas frente a él.Nos ofreció asiento, mientras le preguntaba a Helena por el propósito de nuestra visita. Cuando ella se lo dijo, los ojos del hombre brillaron con lascivia.“Bueno, Helena, Usted sabe, los ascensos y aumentos de sueldo no son demasiado fáciles de conseguir hoy día, siempre hay que dar algo a cambio…”Esta vez fueron los ojos de Helena los que brillaron con fuego en su mirada.“Entonces, qué me pediría Usted a cambio, para favorecer a mi esposo?” Preguntó con expresión de inocencia, mientras pasaba su lengua por sus carnosos labios.El Gerente se puso de pie sin perder más tiempo y se desabrochó los botones de su bragueta, sin despegar sus ojos de los de Helena.“Creo que Usted y yo podríamos llegar a un buen acuerdo, no le parece?”.Helena sonrió, ronroneando mientras se acercaba al hombre. Lo hizo sentar otra vez y se arrodilló frente a él, mientras sus dedos hurgaban dentro de sus pantalones.El Gerente gimió cuando finalmente las manos de mi amiga extrajeron su todavía fláccida verga, aunque se la veía de un tamaño bastante considerable…Enseguida se la metió en la boca y comenzó a chuparla, devorarla y a recorrerla con su lengua. El tipo cerró los ojos y comenzó a gemir muy despacio, mientras mi amiga seguía ...