La partida de trivial
Fecha: 25/09/2018,
Categorías:
Grandes Series,
BDSM
Autor: GabrielledelD, Fuente: CuentoRelatos
... temprano. La vasca nos había preparado pimientos rellenos y chuletitas de cordero rebozadas, con un pozal de patatas fritas con aceite de nuestra tierra, el Bajo Aragón, aromatizado con ajo. Nos dimos un atracón regado con una botella de Rioja que chorizamos de la bodega y que reservaba como oro en paño el novio ausente. Nos quedamos traspuestas en el sofá pero tras una breve cabezada, ya despejadas aunque todavía un poco piripis, Feli me sugirió: - ¿Jugamos una partida al Trivial? Yo casi siempre he ganado y me gusta ganar, así que inocentemente dije: - Buena idea. Subimos a la buhardilla a la mesa de juegos. Decidió que jugáramos en el suelo sobre una mullida alfombra. Encendió una vela aromática. Extendimos el tablero y las fichas. - Vamos a jugar a mi estilo, con pruebas o prendas, como quieras llamarlo. La que acierte una pregunta con quesito (aclaración: una porción de color que rellena la ficha-cilindro y debe completarse con seis de ellas para tener opción a ganar el juego) exige una prenda a la otra. La que falle da a la otra el derecho de solicitarla igualmente, ¿vale? Sea por el mareo, o por el ambiente, a pesar de tratarse de mi hermana aquello me pareció bastante estimulante. Le tocó empezar el juego. Falló a la sexta y me dio el relevo. Fallé y le volvió la vez. A la cuarta cayó en un casillero con color. Tomé ficha y leí: - Literatura.- ¿Quién ha escrito el libro de poemas más verde? - Sin dudarlo respondió: Whitmann: Hojas de hierba. Yo también lo sabía, ...
... así que no protesté, ya que la pregunta era capciosa. Mi hermanita se puso muy contenta y solicitó mi prenda: - ¿A ver, a ver? Camiseta fuera. Me esperaba algo así. Era lógico que los tiros fueran por ahí. En mi familia el pudor era algo sagrado, pero era mi hermana. No creí que pasara de una picardía inocente. Me la quité sonriendo: — eres una marrana Feli —, dije. Falló de nuevo a la quinta pregunta. Era mi turno. Acerté tres seguidas. A la cuarta el dado me hizo caer en quesito. Acerté: - Chica. A enseñar las bragas. Mientras mi hermana se quitaba los vaqueros estábamos encanadas de la risa. - ¿Con que esas tenemos, eh? Prepárate. Seguí tirando y volví a meter la ficha en un color. Feli leyó la tarjeta: - Deportes.- ¿Quién fue el primer hombre en bajar de los 10 segundos en los 100 metros lisos? Lo sabía: Bob Hayes en Tokio 84. - ¡Bieeeen! Hermanita, quiero ver tu suje. Seguro que es negro. ¿A que sí? Felisa se desabotonó y se desprendió de la opaca camisa canadiense que llevaba con una sonrisa. Efectivamente era negro. Dos a uno. Seguí moviendo ficha sin fallar. Estaba en vena. Volví a caer en un cuadro bueno. - Historia.- ¿Qué título dio la Reina de Inglaterra al General Bernard Montgómery? Era mi fuerte: Vizconde de El Alamein. Me puse a saltar levantando los brazos de alegría. Feli seguía sonriendo. Me volví a acomodar en el suelo y puse gesto de pensar profundamente. Me lo estaba pasando muy bien. De repente señalé con el dedo hacia su pecho de forma teatral. ¡Fuera ...