El faro del incesto
Fecha: 27/09/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: TEMPLARIOROYAL1960, Fuente: SexoSinTabues
... isla ,donde la embargo la tristeza por el recuerdo de mi padre; aunque yo hice hasta lo imposible por alegrarla, no me fue posible, así pasamos seis meses de mucha pena, mi madre adelgazo mas de lo que ya estaba y prácticamente no reaccionaba. Me costo mucho poderla involucrar en la vida normal de nuevo. Cuando íbamos al puerto teníamos la costumbre de pasar por una librería de usado, donde comprábamos por lote libros y revistas, para entretenernos en la isla; en una ocasión no nos dimos cuenta y en los lotes venían unas revistas pornográficas y unos libros eróticos, yo sustraje las revistas sin que mi madre se diera cuenta y ella sustrajo los libros sin que yo lo notara. Lógicamente que use las revistas para hacerme unas buenísimas pajas y mi madre a escondidas leía los libros, en los cuales venían varias historias de incestos. De pronto sin saber porque, note que mi madre me veía de otra manera, su mirada ya no era la de una madre y sus actitudes tampoco. Empezó a andar más ligera de ropa, a tomar poses más sexy ante mí, a hablarme de sexo. -¿Nunca has tenido relaciones sexuales? -No má, nunca. -¿Y no tienes ganas? -Pues si, pero no me da tiempo, cuando voy a puerto tengo que regresar antes de las seis, para encender el faro. -Aquí podríamos andar desnudos y nadie se daría cuenta. -Si má, pero me daría pena contigo. -Pues no deberías, soy tu madre y te conozco bien. La situación se puso crítica cuando al estarme bañando en el arroyo desnudo como siempre ella llego y ...
... delante de mí se desvistió, se metió en el agua acercándose. -Vengo a que me enjabones la espalda. Mi verga estaba a punto de estallar y no pude evitar restregársela por las nalgas, mientras la enjabonaba. Ella no solo no dijo nada, si no que acerco mas sus nalgas hacia mi verga. -Dame un masajito mi amor. Le masajié los hombros por atrás y ella se volteo, enseñándome sus hermosas, tetas se pego mas a mi y me abrazo. -¡Haaay! Que a gusto estoy mi vida. -Yo también mamita. -¿Nos vamos al faro? -Bueno, si tú quieres. Nos salimos del agua y al recoger nuestra ropa yo tuve la intención de ponérmela, pero ella me detuvo. -Vámonos así mi amor, al fin que nadie nos ve. La tome de la mano y nos fuimos caminando los casi doscientos metros que nos separaban del faro, al llegar ella me pregunto. -¿No tienes hambre? -Un poco, si. -Bueno, te voy a hacer algo de comer. Ella prendió la estufa y solo se puso un delantal para no quemarse, preparo unos huevos con chile que me gustan mucho. -No te vayas a vestir mi vida, hoy vamos a comer desnudos los dos. -Como tú quieras má. Nos sentamos a la mesa y comimos los dos, sabíamos que ya nada seria igual, que a partir de ahora las cosas cambiarían; al terminar de comer ella me dijo. -Bueno mi amor. Ahora quiero mi postre, pero ese me lo vas a dar tú. -¿Siii, y como? -Así. Se hincó entre mis piernas y se llevo mi verga a su boca, me la mamo lentamente, con maestría, con amor, con ternura y avidez. -¡Ufff, Afff! Esto es la gloria madre, que rico, ¿Qué me ...