1. LA CENA


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: joseba__, Fuente: xHamster

    ... su cara y comencé a acariciarla a la vez que volvía con mi boca a la suya. Esta vez la abrí un poquito más y dejé que mi lengua buscará la suya en su boca. Comenzaron a rozarse tímidamente como si no quisieran llegar a encontrarse del todo. Las puntas de nuestras lenguas jugaban mientras mi las yemas de mis manos rozaban su mejilla. Dejamos de besarnos y separamos nuestras caras unos centímetros. Ambos clavamos nuestros ojos en los del otro. Lorena dejó escapar un hondo suspiro y se abalanzó sobre mí echándome sobre el respaldo del sofá. Su boca llegó a la mía de nuevo y nos besamos intensamente. Nuestras lenguas abandonaron la timidez inicial para rodearse y enroscarse en interminables besos. Mi mano empezó a bajar por su cuello, por su hombro, hasta que llegó a uno de sus pechos. Lo palpé por encima del vestido a la vez que bajaba con mi boca por su cuello. Ella metió su mano por debajo de mi camiseta y había comenzado a acariciar mi pecho. Mi lengua recorría su cuello haciendo paradas para que mis dientes pudieran morderlo suavemente. La mano siguió su viaje por el vestido de Lorena hasta que llegó a una de sus piernas. En ese punto el viaje dejó de ser hacia abajo y pasó a subir por aquella piel suave. Finalmente, llegó a donde quería llegar. Mis dedos comenzaron a acariciar su sexo por encima de la ropa interior. Lo frotaban haciendo círculos y provocando, después de unos segundos, que la ropa interior se mojara. Esa sensación me excitó muchísimo y provocó que mi pene ...
    ... reaccionara tomando más sitio bajo mis pantalones. No sé si ella se dio cuenta o fue casualidad pero, en ese momento, sentí una de sus manos acariciándome la entrepierna. Frotaba mi pene que se quedaba sin sitio y necesitaba más espacio. Se me escapó un gemido y Lorena se puso de pie. “Ven” me dijo mientras me tomaba de la mano.Llegamos a su habitación y Lorena bajó la cremallera de su vestido. Ayudada de sus manos y de unos movimientos de cadera hizo que éste cayera al suelo. Observándola aproveché a quitarme la camiseta y a desabrochar los botones de mi pantalón. Allí estaba ella, delante de mí. Su ropa interior consistía en un sujetador y un tanga. Los dos eran de color negro. El sujetador tenía un encaje y unas flores pequeñas de color morado bordadas. El tanga era a juego y tenía una transparencia en su parte superior coronada por un lazo del mismo color que las flores. “¡No!” le dije cuando hizo ademán de desnudarse por completo. “Me gustaría hacerlo yo” añadí. Ella me sonrió y lo tomándolo por un “sí” me acerqué a ella para desabrochar el sujetador. Mientras yo realizaba la tarea sentía como sus manos tiraban de mi pantalón hacia al suelo de forma que su sujetador y mi pantalón llegaron a la vez al suelo. Como ya estaba descalzo me fue fácil deshacerme de él. Sus pechos desnudos se hicieron irresistibles para mis manos… las yemas de mis dedos empezaron a jugar con los pezones ya erectos. Los rozaban, los acariciaban, los pellizcaban suavemente… La mano derecha de Lorena ...
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