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LA CENA
Fecha: 27/09/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: joseba__, Fuente: xHamster
... se había metido bajo mi bóxer y estaba agarrando mi pene. No sólo eso. Comenzó a acariciarlo masturbándome. Tras dedicar un tiempo en acariciar sus pechos, mis manos siguieron bajando hasta que llegaron al tanga. Era precioso pero ya estaba estorbando por lo que tiraron de él y, con la ayuda de nuevo de sus caderas, cayó al suelo. Ella hizo lo propio con mi bóxer. Y allí estábamos los dos, completamente excitados, entregados a las caricias de nuestras manos… la suya bajando y subiendo por mi pene y la mía frotando su sexo, dejando que los dedos índice y corazón se abrieran paso entre los labios para acariciar el clítoris.“Túmbate en la cama” me dijo y lo hice apoyando mi cabeza en la almohada. Ella se subió sobre mí para besarme. Nuestras lenguas volvieron a encontrarse mientras Lorena se movía sentada sobre mi pene. Era obvio que lo estaba sintiendo erecto en su sexo porque gemía cada vez que empujaba su cuerpo contra el mío. Mi excitación seguía aumentado a la vez que sus movimientos se hacían más intensos. Su boca dejó la mía se dirigió a mis pezones. Los chupó y los mordisqueó provocando que mi respiración se agitara. Siguió bajando y su sexo ya no estaba sobre el mío… ahora era su mano la que volvía a acariciarlo. Esta vez, los movimientos eran más suaves… acariciaba también mis testículos. Su boca siguió bajando por mi cuerpo hasta que llegó a mi pene. Su mano lo sujetaba firmemente y su lengua empezó a perfilar el glande. Lo rodeó una y otra vez dejando su saliva. ...
... Seguidamente, bajo con su lengua recorriendo mi pene por completo hasta que llegó a los testículos. Los acarició con la punta de su lengua y volvió a subir. Ahora abrió la boca y mi pene poco a poco desapareció dentro. “Ummmmmm” se me escapó. ¡Cómo me estaba gustando! Sí. Pero yo no podía ni quería estar quieto. “Me está encantando pero yo también quiero” le dije. Ella me entendió y se dio la vuelta. Luego se echó para atrás dejando su sexo a la altura de mi boca. La suya volvió a mi pene para chuparlo y lamerlo cubriéndolo con su saliva y yo… yo tenía su sexo delante de mí. Lo ansiaba y mucho. Así que llevé mi lengua. Quería percibir su sabor y para ello me abrí paso entre los labios de su sexo con la punta de mi lengua y la clavé profundamente. Endurecí la lengua para poder penetrarla con ella y rápidamente obtuve lo que buscaba. Comencé a percibir en mis papilas gustativas el sabor de su sexo. “Ummmmmm”. Estuve entrando y saliendo y saboreando ese néctar durante unos minutos hasta que ayudado de mis dedos me decidí a llegar al clítoris. Mis dedos separaron los labios de su sexo y apareció esa bolita, justo a donde quería llegar con mi lengua. Empecé por darle golpecitos con la punta de mi lengua para luego pasar a rodearlo haciendo círculos. Los gemidos de Lorena aumentaron y cada vez eran más intensos y esa intensidad la reflejaba en los movimientos de su boca y su lengua en mi pene. Aumenté el ritmo de los movimientos de mi lengua y, al mismo tiempo, introduje mis dedos ...