El esposo de Helena vuelve a las andadas
Fecha: 28/09/2018,
Categorías:
Anal
Sexo en Grupo
Sexo con Maduras
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... cremallera de mi falda. Luego la hizo deslizar por las piernas hasta el suelo, dejándome prácticamente desnuda.Luego me hizo recostar boca abajo sobre la tapa del motor del auto y sin aviso ni muestras de compasión me metió su verga dura hasta el fondo de mi vagina, haciéndome deslizar hacia adelante, tratando de escapar…Mientras el esposo de mi amiga acrecentaba el ritmo y la violencia de la cogida, los mirones se agolparon alrededor del auto, con sus pijas al aire fuera de sus pantalones. Cada vez me sentía más cerca de mi orgasmo; allí empalada por la prodigiosa verga de Jorge, pero entonces comencé a buscar otras pijas en la oscuridad…Los tipos se acercaron más y pronto tuve entre mis manos sus duras vergas, las cuales fui turnando entre mis manos para masturbarlos a todos.Los seis hombres acabaron al menos una vez cada uno entre mis dedos; señal de que hago las cosas bien…De repente Jorge me azotó los cachetes de la cola con violencia y luego se tensó, quedándose quieto. Entonces sentí su semen hirviente invadiendo mis entrañas.Jorge sacó su verga chorreante de mi concha y yo intenté incorporarme, creyendo que todo terminaba allí: Pero no fue así…Varias manos me apretujaron todos los rincones de mi cuerpo; sentí dedos hundirse en mi ano, otros hurgando mi vagina, mi boca y pellizcando mis pezones erectos bajo la camiseta.Varias manos volvieron a volcarme sobre el auto y uno por uno se turnaron para cogerme mi conchita bien lubricada y dilatada.Luego de recibir cinco ...
... descargas, los hombres se apartaron y la voz de Jorge dijo:“Ahora es tu turno, Charlie; gracias por esperar”.Charlie se ubicó entre mis muslos abiertos ahora sucios de semen y entonces entendí por qué le agradecían su espera: Mi amiga Helena tenía razón; ese negro enorme tenía una verga acorde al tamaño de su increíble cuerpo.Apenas me metió la cabeza entre mis labios vaginales, ya comencé a gritar que fuera más despacio, porque así iba a desgarrarme.Pero Charlie hizo oídos sordos y con mucha calma y destreza fue arremetiendo con su tremenda pija hasta tenerla toda completa adentro de mi pobre vagina.Comenzó a bombearme, provocándome oleadas de placer y dolor a la vez; por suerte acabó muy rápido dentro de mi cuerpo, lo cual fue un alivio…Yo casi había perdido noción del tiempo y de lo que estaba pasando. Pese a las tremendas cogidas de seis tipos desesperados, no había podido experimentar ni un solo orgasmo con tantas pijas empaladas en mi concha.Los seis hombres le agradecieron a Jorge el buen momento que habían pasado y se fueron retirando en la oscuridad.Jorge me alcanzó mi falda de cuero, pero tuvo que ayudarme a vestirme otra vez, porque yo había quedado exhausta y casi sin voluntad para nada más.Me hizo subir al auto y arrancó con rumbo a mi casa. A las pocas cuadras sacó su pija bien dura y me ordenó que se la chupara, diciendo que nadie había usado mi boca esa noche. Me tragué toda su acabada y se quedó satisfecho.Cuando llegamos a la puerta de mi casa giré enfrentándolo ...