El señor Manuel XII
Fecha: 29/09/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: dbeni72, Fuente: xHamster
... pide que pare, y me susurra al oído.- Cari, ¿qué es lo que ha pasado hoy para que estés tan provocativa? Me muero de ganas por saberlo.Yo le fui contando paso a paso, desde que se me cayó el agua en la cocina, la paja que se hizo mirándome, como cogí el papel de su habitación, y que entré a darle una toalla y le vi desnudo.- Bueno, bueno. Impresionante. Me has dejado sin palabras- me dijo José mientras acariciaba mi cuerpo ya desnudo.- ¿No era lo que querías?- Pues no sé si era lo que quería, lo único que te puedo decir es que me encanta que hagas esto. No sabes cómo estoy toda la mañana en el trabajo. Deseando llegar a casa, que me cuentes, y perderme en tu cuerpo.Y sin mediar palabra, se lanzó entre mis piernas, y me empezó a comer el sexo. No aguanté apenas nada, y mis gemidos se debieron oír perfectamente en toda la casa. Se incorporó, y metió su miembro en mi sexo, explotando casi según la metía. Mi marido estaba completamente desatado, quedando exhausto junto a mí.- Cómo me gusta saber que excitas y juegas con el señor Manuel. No sabes bien cómo me pone.- No sé si es correcto esto que estamos haciendo, José. Nunca pensé que este juego me pudiera gustar a mí también, pero me da miedo que pueda afectar a nuestra relación, y pienses mal de mí.- ¿Pero estás tonta? Si estoy encantado y disfrutando contigo cada día más. Pero tengo que reconocer que lo he pensado, y lo del señor Manuel me gusta porque es alguien muy cercano, y que siempre te trata con cariño. No creo que ...
... provocar a otro hombre me gustara. Me daría miedo que te hicieran daño, y eso no me lo perdonaría.- Yo también lo he pensado estos días, ya que me he calentado con nuestro vecino unas cuantas veces, pero cuando voy por la calle, veo hombres, y no me gustaría que nadie más me observara como ha hecho Manuel. Creo que es por la cercanía que tenemos con él, y el juego que hemos iniciado juntos, por lo que he llegado a excitarme con esta situación.- ¿Te puedo pedir algo?- me susurró José al oído.- Pues claro - le dije algo sorprendida.- Sí surgiera la oportunidad, tienes mi permiso para hacer lo que quieras con nuestro vecino.- ¡Pero José!- Tranquila, solo tenía una fantasía en voz alta.Y acto seguido, se giró, y calló dormido casi al instante, mientras sus últimas palabras daban vueltas en mi cabeza.Me levanté de la cama y salí al baño a lavarme, sin preocuparme si podía aparecer el señor Manuel, y acto seguido regresé a la cama.Esa tarde no escuché ruidos extraños de nuestro vecino. Solamente la televisión del salón con el volumen más bien bajo que me hizo coger el sueño más rápidamente.Al despertar, nos pusimos algo de ropa, y fuimos al salón a hacer compañía a nuestro vecino, y le invitamos a ir a una terraza a tomar algo.Regresamos a casa con una buena sofoquina, entre unas copas que tomamos y el calor.José se quitó la ropa, y se fue desnudo hasta la cocina para echar en la lavadora la ropa, como hacía habitualmente cuando estábamos solos en casa, y entró en la cocina, mientras ...