DESDE EL COMIENZO
Fecha: 02/10/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Para contar porqué me domina la pasión por la mujer como ser dominante del macho, debemos ir al comienzo que motivó esa pasión. Sé desde ya, que es un tema harto despreciado y aborrecido por ese mundo misógino que, afortunadamente, está en franco desbarranque más allá de sus coletazos furiosos que no son sinó sólo presagio de su muerte segura. En mí, comenzó a muy temprana edad. En la escuela. En la escuela, primaria. Fuí a una escuela mixta donde se enseñaba a ser competitivos desde muy chiquitos, y habiendo llegado a los diez años, comenzaron a desarrollarse competencias donde separaban a varones y mujeres, pero no para hacernos competir separadamente entre nosotros varones entre sí y mujeres entre sí, sinó...varones contra mujeres. Y ahí, fue cuando comenzó a verse quiénes eran verdaderamente superiores. Huelga decir que las chicas acaparaban practicamente todos los triunfos, y los varones íbamos desesperándonos en la angustia de tener que soportarlas venciéndonos una vez tras otra, en tiempos en los que nuestros cuerpos iban rápidamente creciendo hacia la pubertad. Aquello comenzó a tornarse en una continua caravana de femeninas mofas hacia nosotros los varones por parte de las muchachas, y ya asomando nuestra edad adolescente, aquellas competencias fueron tornándose cada vez más intensas, y los varones quisimos resistirnos a ese destino que venía demostrándonos resultados tan adversos intentando revertir tal cosa y luchar con todas nuestras fuerzas por torcer esa ...
... realidad, pero ellas viendo éso en nosotros redoblaron aún más sus esfuerzos, y las diferencias tan abrumadoras a su favor que ya eran vergonzosas...comenzaron a mostrarse ahora...¡más atrozmente crueles en su favor! Si: en aquel colegio que era un colegio nuevo que estaba haciendo esa experiencia piloto, los resultados estaban mostrando la avasallante superioridad de las mujeres, sumiéndonos a los chicos varoines que íbamos formándonos en la vida, con un hondo sentido de la sumisión hacia la Mujer, para caer estrepitosamente en esos sentires de gozar la aceptación de sentirnos por ellas vencidos. Ahora ustedes se preguntarán "¿para cuándo el sexo que nos importa?"...Ahora viene: Ya: Once años teníamos, y allá en un gimnasio, y luego de una competencia en la cual las muchachas nos habían dado una monstruosa paliza derrotándonos de una manera escandalosamente humillante, allá en un vestuario varios de nosotros los varones, shockeados por tal suerte y súbitamente excitados en eroticidad resultante de tal cuestión, fuimos invadidos por una eufórica turba de socarronas muchachas que en algarabía burlona y triunfal, nos capturaron en muy superior número comenzando allí la más ultrajante dominación desnudándonos completamente desnudos, y comenzando en nosotros, la más avasallante caravana lujuriosa de manoseos y cosquillas de todo tipo en un verdadero mar de haceres donde eran todas ellas, verdaderas máquinas de arrancar en nosotros orgasmos sintiéndolas hacernos cualquier cosa todas, a ...