Obsesión y placer
Fecha: 07/10/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... hasta que llegara el bus, al llegar salí caminando y al estar exactamente a su lado, "Hola", le dije, y sólo fui correspondido con una levantada de cejas y un rostro serio, dirigiéndose apresuradamente a su casa. Me sentí un perdedor en ese momento. Pero tan fácil ese increíble cuerpo no quedaría fuera de mi alcance. A los pocos días me encontraba fuera de mi casa lavando mi auto, y en un momento escuché la puerta de su casa, miré de reojo y era ella y pasaría por mi costado en unos segundos, entonces no dejé de mirarla y se veía increíble con unos pantaloncitos muy cortos color blanco, dejando a la vista sus preciosas piernas largas y una blusita pegada al cuerpo dejando evidencia de su pequeña cinturita y sus pequeños pechos, "hola", le dije entusiasmadamente y nuevamente fui correspondido con una seca levantada de cejas, sin siquiera mirarme. Un par de veces más traté de acercarme tercamente a ella, pero fue inútil una vez más me correspondió con una fría levantada de cejas y la última vez ni siquiera me miró ni respondió nada. Parecía que me veía como a un enfermo o un depravado, pues era totalmente ignorado, hasta me sentía despreciado. Un día que me encontraba lavando el auto fuera de mi casa, pasó a mi lado con un grupo de amigas, todas muy lindas, pero siendo ella la mejor de todas, riendo burlonamente, a lo mejor reían de lo fracasado que me sentía al ser ignorado por Patty. Pensaba que se trataba de una chica caprichosa y pretenciosa que no valía la pena, ...
... trataría de olvidarme de ella pero era difícil dejar de pasar esa increíble figurita, que hacía ponerme erecto y hacerme una paja. Nunca más volví a intentar acercarme a esa chica caprichosa, pero pasaban los meses y cada vez se ponía mejor, al año siguiente, conseguí un trabajo por mi buen desempeño en la Universidad, (estudiaba Administración de Empresas), trabajé un año como practicante y al año siguiente fui nombrado como asistente administrativo y mis ingresos mejoraron al doble, en ese entonces ya tenía 22 años y decidí separarme de mi familia y alquilar un departamento para independizarme, conseguí uno a unas cuantas cuadras de la casa de mis padres. Al lado del edificio donde me encontraba, vivía Gino, un muchacho de 18 años, no muy alto, de aproximadamente metro 65, buen mozo, moreno y ojos marrones, antes éramos amigos sólo de saludos, pero al estar viviendo al costado de su casa congeniamos algo, incluso me hablaba de Patty, decía que se derretía por ese bombón y que no pararía hasta hacerla suya, yo le decía que la chica también me las traía, pero le deseé suerte, pero por dentro deseaba que se fuera de cara igual que yo. Me hablaba tanto de la chica ésta que nuevamente empezó a florar mi obsesión por ella, pues cada vez que la veía, me seguía poniendo a mil, su culito cada vez estaba más paradito y provocador y sus senos abultados y firmes, listos para ser mamados. Así que decidí entrar en competencia con Gino. Pero la gran diferencia era que a Gino sí le dirigía la ...