Obsesión y placer
Fecha: 07/10/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... palabra, eran amigos e incluso muchas veces los vi sonriendo muy amenamente. Otra de las ventajas que tenía Gino, es que era un hijito de papá y como recién había acabado la escuela, no hacía nada y tenía todo el tiempo para dedicarse a ella, no como yo que estudiaba y trabajaba y tenía todo el día copado. Por esos días andaba de juerga en juerga los fines de semana, había conocido nueva gente en el trabajo y había vuelto a mis épocas de desorden de adolescente, había entrado en el vicio de la marihuana nuevamente y de vez en cuando en la coca. Tenía amigos que me proveían muy bien de estas cosas. Esto lo comentaba con normalidad con los chicos del barrio que no eran nada santos tampoco, incluso muchas veces tenía hierba para regalar y fue así que me hice más conocido en el barrio, Gino también empezó a juntarse más conmigo ya que lo proveía muy bien. Luego de poco tiempo, Gino me contaba entusiasmado que ya era el novio oficial de Patty y que no veía la hora de pedirle la prueba del amor, cosa que me llenaba de envidia pero disimulaba muy bien felicitándolo y aconsejándole. Un día me agarró por sorpresa y fue a buscarme con Patty, me la presentó y nos saludamos con un beso en la mejilla, los hice pasar, Patty se encontraba hermosísima con una minifalda celeste y una blusita pequeña color blanco, que provocó que quedara erecto todo ese rato, era una chica encantadora y risueña, tenía un aroma delicioso, no podía evitar mirarle de los pies a la cabeza, mientras permanecía ...
... sentada en el sillón con las piernas cruzadas, al mismo tiempo que charlaba con Gino, hasta que me pidió un porrito delante de ella, cosa que hizo que me incomodara un poco, pero al instante me dijo que no me preocupara pues Patty ya había entrado al juego, ésta me miraba sonriendo encantadoramente. Unas semanas después sería el cumpleaños de Gino, que lo celebraría al sur de la capital en su casa de playa, al cual fui invitado. La casa estaba llena de chicos y chicas preciosas, pero Patty era la mejor de todas, estaba totalmente atractiva con una microfalda negra con aberturas a los costados y una escotada blusa de tiritas roja dejando muy poco a la imaginación. Había cervezas por montones, todos los chicos comentaban lo deliciosa que era Patty, pero el pendejo de Gino no la soltaba ni para ir al baño. Pasaron las horas y todos se encontraban ebrios, cada vez quedaba menos gente. En un momento quedamos charlando Gino, Patty y yo en una pequeña sala en la terraza, Gino cada vez hablaba más entreverado por los efectos del alcohol, Patty había bebido un poco pero estaba lúcida, diciendo que se divertía con otras cosas. Serví dos vasos llenos de cerveza, para Gino y para mí y di un salud por su cumpleaños, no llegó ni a la mitad del vaso y cayó como un trapo al suelo, Patty y yo reímos por lo ridículo que se veía, entonces lo tomé en mis brazos, haciendo mucha fuerza y lo llevé hasta su habitación, regresé a la terraza y Patty aún se encontraba sola, me senté a su lado y empezamos a ...