El Desafío (Re-pub) - Relatos Eróticos

El Desafío (Re-pub)

... nalgas abiertamentefrente a todos, hasta que llegó su novio, claro.La chava apenas lo vio se bajó del actor que la estaba cargando y se acomodó la minifalda como pudo. Pobre wey, el entripadoque se debió haber cargado al ver así a su noviecita de prepa. Aunque a mi parecer era obvio que la Jime ya se lo quería quitar deencima, era evidente que la muy listilla sabía que ahora podía conseguir algo mejor, alguien que le sirviera para escalar más alto; yal jugar así con aquel popular actor de telenovelas lo demostraba.Fue así que, apenas terminamos de rodar la última escena, el grito de:¡Corte a comer!; pareciera que hubiese sido:¡Corte acoger!; por lo menos para los protagonistas.Julio Gandía, el bien parecido actor, junto a su compañera de trabajo y joven actriz, entraron tomados de la mano al hotel queestaba justo frente a la calle donde habíamos filmado.“Qué conveniente”, pensó más de uno (yo incluido) al ver eso.No pasó mucho para que, desde una de las ventanas del primer piso, se alcanzaran a escuchar los gemidos de la Jime.¡Carajo...! Estaba que hervía de rabia. El muy cabrón e hijo de puta actor se la estaba almorzando, ¿y yo...? Yo que le habíaabierto el camino, nada. Eso sí, un tipo, sólo por el hecho de ser guapillo y famoso, ya se la comía sin empacho.Y es que... la mera verdad, no era justo. Eso pensaba mientras yo recogía cables y ella... sí, ella recibía “cable”. Jimena, la muy...sí la muy puta; porque sólo así podría calificarla. Ella sólo gemía demostrando, con ...

... plena claridad, que estaba siendo penetradapor el actor.Maldito actor de mierda, pensé, mientras los otros reían de aquello.Pero, días más tarde, platiqué abiertamente con ella.—...es justo, ¿o no? Yo sólo te pido eso. No es nada del otro mundo. Además te prometo que lo pasaremos bien.La muy taimada no me contestó, permaneció en silencio, como pensativa, así que continué:—Anda, total no es algo que no hagas con esos actores a quienes te has cogido.Parece que eso la ofendió pues su mirada se encendió nomás escucharlo.—Ah, ¿así que te crees que yo me ando cogiendo a cualquiera, así como así? —me dijo, en un tono nada amistoso.—Pues... —dije, mientras pensaba cómo darle vuelta al asunto.—Mira, vamos a hacer esto. Te propongo un desafío y si lo cumples, pues... —Jimena dijo con voz más sosegada.—A ver, a ver ¿cómo?—respondí, verdaderamente intrigado.—Sí, mira, ¿conoces a la Chapis, la Lore, la Pao y la Chío?—Sí, claro —respondí, recordando a aquellas chamacas que siempre andaban juntas.—Pues es fácil. ¡Cógetelas! Te reto a que me demuestres que eres tan bueno en el sexo que logras que aquellas niñatas te abranlas piernas.“Ah cabrón”, pensé en aquel momento.“’Ora sí que me salió más cabrona que bonita”. ¿Y para qué quería que me las cogiera?—A ver, ¿cómo?—Sí. Va a ser un reto —me dijo iluminándosele una sonrisa en la cara—. Tú te las coges y...Mientras continuaba escuchando su propuesta me pareció tan cachonda que ya me veía cumpliendo tal lance. Acepté, aunque dosde aquellas eran ...