Claudia, mi cuñada
Fecha: 10/10/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mi marido y mi cuñado; pero luego me di cuenta que ninguno de los dos estaba, luego se estaba exhibiendo para mí. Yo llevaba puesto un pijama de pantalones cortos y mangas cortas, pero desde luego, no se trasparentaba. Entonces empezó de nuevo la conversación. -Oye ¿Quieres que te deje el libro?- Me soltó Claudia sin mirarme. -¿Qué libro?- -Pues de el que hablamos ayer; Cincuenta sombras.- -Uff, Claudia. No tengo tiempo para leer.- -Pensaba que te interesaba la temática… Sobre todo lo de los azotes. ¿De verdad nunca lo has practicado?- Me empecé a sentir un poco incómoda. –Ya te dije que tu hermano esas cosas no le van.- Y entonces sentí la necesidad de desahogarme con Claudia.- Tu hermano no hace el amor más que los sábados por la noche y siempre igual.- Claudia movió la cabeza de un lado a otro, compadeciéndose de mí. –Este Juan es más soso.- Luego me miró fijamente a los ojos –Aunque si tú quieres, puedes practicar los juegos de dominación-sumisión sin tener sexo, ¿Sabes? Lo único que tienes que buscar es alguien que te ordene.- -¿Eso es posible?- Le dije con cara de extrañeza, aunque debió notar claramente que aquello había despertado mi interés. Claudia es muy sutil. -¡Claro!. Yo no lo he hecho nunca, pero se cómo hacerlo. Tienes que obedecer y ya está. Lo que hace falta es alguien que te mande; Pero ¿Te gusta obedecer?.- -No lo se- Le dije a Claudia mordisqueándome los labios - Pues lo vamos a comprobar. Me obedecerás a mí.-Claudia se puso en pie. La tenía en frente ...
... de mí. –Para empezar, quiero que te quites ese pijama y te pongas en bañador. ¡Vamos!.- Claudia me habló con tanta determinación que no pude hacer otra cosa que ir al cuarto y cambiarme. No entendía lo que estaba haciendo. Me decía a mí misma que no debía seguir por ese camino, pero la obedecí. Me puse el bañador de una pieza, floreado y discreto, que le gustaba a Juan que me pusiera para evitar mirones. Claudia esbozó una sonrisa al verme. Terminó de beberse el café y se levantó. Me cogió de la mano. Nunca me había cogido de la mano. Me llevó con determinación al dormitorio y para mi sorpresa, se quitó el camisón. Los pezones de Claudia eran marrones y grandes. Tenía un físico espectacular. Luego se quitó el tanga. Tenía unas nalgas muy bien puestas. Cogió un bikini y se lo puso. Me fijé que tenía el pelo del pubis casi afeitado al cero; Y le miré el coño. -Ahora ven tú.- Me dijo. –Estate quieta.- La obedecí. Claudia bajó un tirante de mi bañador, y luego el otro. Se quedó mirando mis pechos, más grandes que los suyos, y mis pezones de color rosa, excitados por la situación. Luego me bajó el bañador hasta las rodillas. Me sentía avergonzada, enseñando mi pubis y mi sexo a mi cuñada. Bajé la mirada. Dio un par de vueltas alrededor mío, observándome desnuda. Sentí la punta de sus uñar rozar la piel de mis nalgas.Me hacía sentir como una mercancía, como una esclava que estuviera en venta y quisiera comprarme, pero todo aquello me hacía sentirme muy excitada. Con los pies me ...