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Desafío de galaxias (capitulo 18)
Fecha: 11/10/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... hangar de vuelo donde J. J. esperaba con un escuadrón de sus fuerzas especiales y un destacamento de inteligencia embarcados en nueve transbordadores. —¿Nos vamos J. J.? —preguntó subiendo a su nave. —Cuando mi señora lo desee. —Pues venga. El Fénix tocó suelo, los portones de abrieron y las naves partieron hacia el núcleo central de la estructura enemiga. Por las claraboyas, Marisol vio como las otras naves habían aterrizado y el general Clinio, al mando de la infantería, se desplegaba en busca del enemigo que apresuradamente intentaba organizarse en unidades para presentar batalla, mientras las patrulleras, y las naves de apoyo del Fénix bombardeaban sin descanso a la infantería bulban y atacaban con misiles y torpedos sus transportes para evitar que huyeran. Las naves del grupo de asalto de Marisol, dispararon contra uno de los muros de la base abriendo un enorme boquete. Aterrizaron y Marisol, protegiéndose con su escudo y con la pistola de partículas de la mano, se dirigió a la apertura seguida por el escuadrón. Pulqueria y Bertil, a su lado, protegidos por sus escudos de energía, desviaban con las espadas místicas los disparos enemigos. Entraron al complejo y se parapetaron tras un amontonamiento de escombros. Los de inteligencia, con sensores portátiles, indicaron una dirección por donde podría estar el control central. Cientos de soldados bulban aparecieron, Marisol ordenó de nuevo el avance, guardando la pistola y empuñando su espada. Los bulban caían por decenas ...
... ante las espadas místicas y la de Marisol, que se abrían paso en la turba enemiga. Finalmente, llegaron al centro de control donde J. J. estableció un perímetro de defensa mientras los de inteligencia se lanzaban sobre los terminales de datos. —Mi señora, hemos establecido enlace, —dijo uno de los oficiales de inteligencia—. Seis minutos para completar la descarga de datos. —La fuerzas del general Clinio están ya en el interior de la estructura y protegen nuestra retaguardia, —informó J. J. llegando hasta su posición. —Cuando acaben de descargar los datos, que un destacamento los escolte hasta el Fénix, —ordenó Marisol— y nosotros seguiremos el avance. —A la orden mi señora. —Descarga completada. —Regresad a la Fénix inmediatamente, —y saliendo del parapeto, Marisol gritó—: ¡Escuadrón, avanzar! Marisol, dando una patada en el pecho de un soldado bulban, lo derribo y comenzó a avanzar hacia el interior del complejo, abriéndose paso con la espada. Rápidamente, Pulqueria y Bertil la adelantaron y se pusieron en cabeza descargando furiosos y mortales golpes sobre los soldados enemigos. Entraron en una cámara amplia, repleta de enemigos, que ocupaban una parte de ella. De entre sus filas, apareció un personaje, ataviado con casco y coraza dorada y armado con una lanza corta de doble punta. —Mi señora, es un pretor, un comandante de máximo nivel, —afirmó Bertil—. Y se va a quedar sin la puta cabeza. —¡Quieto pichón! —ordeno Marisol poniéndose al descubierto—. Ese es mío. Al verla, el ...