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Una nueva vida con mis hijas
Fecha: 16/10/2018, Categorías: Incesto Dominación Autor: Fantasyworld, Fuente: CuentoRelatos
... rostro. La respuesta es inmediata. Se convulsiona y un rio de flujos empieza a gotear al suelo desde el consolador que lleva alojado en el coño. - ¡A mí! ¡Me toca! ¡Escúpeme a mí también, viejo cabrón! - dice la otra hermana con la lengua fuera, retorciéndose alrededor del antebrazo de su abuelo enterrado en su coño. Robert se ríe mientras su nieta empapa su antebrazo de jugos corriéndose entre largas convulsiones. - Bueno Joe, creo que has excitado a mis nietecitas - dice el hombre sacando el brazo de la enorme vagina. - En serio Robert, el primer sorprendido soy yo. Realmente, hasta que mis hijas prácticamente me obligaron a follar con ellas, no creía que hubiera mujeres así. Y de pronto hay varias. Ten en cuenta que ya tengo unos años y hasta hace unos meses nunca había logrado una penetración completa con una mujer - le digo mientras poco a poco, deleitándome, voy sacando el enorme consolador de la boca de la chica. Una cortina de babas queda colgando del pene de caballo de plástico al sacarlo por completo. - Bueno, si te soy sincero mi caso no ha sido como el tuyo, pero solo porque mi hija heredó mis... digamos talentos - dice mientras veo como utiliza la larga cabellera de su nieta para limpiarse la mano de jugos femeninos. Me quité con parsimonia la ropa. Las chicas me devoraban con la mirada. Soy muy ancho de hombros, mi cuerpo es atlético al punto de reflejar bajo la piel el movimiento muscular y según mis hijas mi pelo canoso ensortijado y mi barba de dos días me ...
... da un aire canalla que las entusiasma. Las nietas de Robert se relamían mientras me desnudaba, pero en el momento en que saque fuera mi barra, un sonorosísimo gemido inundó el salón. - ¿Cómo te llamas preciosa? - le digo a la belleza a mi lado. - Kate, señor - me dice. - Llámame Joe cariño. No sé porque, pero creo que podemos tutearnos - le digo sonriendo. Ella sonríe coqueta asintiendo. - Me gustaría follarte a cuatro patas. ¿Te parece bien? - le digo acariciando su sexo pringándome los dedos de lo mojadísima que estaba. La chica se pone de rodillas y empuja las nalgas hacia arriba ofreciéndome la visión de una enorme vulva sonrosada parcialmente abierta y babeante de blanquecinos jugos. Me pongo de rodillas tras ella y pongo el pene en el borde del precioso coño. Iba a intentar la penetración con precaución pero... ¡Oooooh! Ella al sentirme empuja de golpe hacia atrás y todo mi pene desaparece dentro de ella con asombrosa suavidad. De hecho no notaba presión en la polla. ¡Que maravillosa sensación! Mi enorme pene estaba completamente alojado dentro de una mujer con holgura. ¡Realmente me asombré! - ¡Madre mía Kate! ¡Tu coño es gigantesco! ¡Ni siquiera noto presión en la polla! - le digo disfrutando de la sensación. - Si puto viejo. Y tu polla es casi lo suficientemente grande para mí - me dice mirándome por encima de su hombro izquierdo relamiéndose. - Y Kate es la pequeña de las dos. Mary lo tiene aún un poco más grande. De hecho más adelante podríamos intentar penetrarla ...