1. Educando a Yanet


    Fecha: 19/10/2018, Categorías: Dominación Autor: mrdavid, Fuente: RelatosEróticos

    ... No te escucho. Repite. Y: No -admitiendo de forma sutil que sus pezones se marcan así por otra razón más evidente. D: Mírame a los ojos cuando te hable Y:.... Y: No, no tengo frío -esta vez sí, mirando a mis amenazantes ojos. Han pasado los meses pero Yanet sigue sintiéndose intimidada por mi como el primer día. Es algo que no entiende, algo que jamás le ha pasado. Ella estaba acostumbrada a provocar el efecto contrario en los hombres pero su mundo se ha tambaleado desde que entré en él. D: Te he traído un regalo. No te muevas. Yanet sonríe. Parece que mi seriedad y órdenes unas horas antes se van a quedar en simple pre-calentamiento y eso la tranquiliza un poco. Los mensajes de texto son difíciles de interpretar y cree que les dio mas frialdad de la que tenían. D: Cierra los ojos. Me coloco detrás de ella y saco de la bolsa que portaba un objeto que abrocho con delicadeza en su cuello. D: No los abras. ¿Sabes qué es? Y: No estoy segura. Es como un collar... pero es suave... -responde confusa. D: Tócalo con las manos Al llevar las manos a su cuello y sentir el frío del cuero entiende lo que es. Y: Es... un... collar de cuero. Con una placa de metal colgando... ¿No será un...? D: Sí. -interrumpo su pregunta- Es un collar de perra. Sus ojos se abren como platos mientras continúa visualizando con sus manos su nuevo regalo. Y: ¿Qué pone en la placa? Hay algo grabado... no puedo leerlo... D: Tu nombre. Y: ¿Yanet? -pregunta sorprendida. D: jajajajaja ay bebé, no. No pone Yanet, ...
    ... pone “Sucia Negra” Sucia negra. Esas dos palabras, de nuevo, la llevan al estado anterior. Su corazón se acelera, sus pezones vuelven a marcarse como puñales tras el vestido y comienza a pensar que quizá sí me leyó correctamente. “¡Clic!” Un sonido desconocido la saca de sus pensamientos. Desconocido hasta que siente una presión del collar que la empuja hacia delante y obliga a apoyarse sobre sus manos para no besar el suelo. Es entonces cuando ve una correa salir bajo su barbilla para acabar en mi mano. D: Vamos a cerrar la puerta. No quiero que nadie nos moleste. Al desplazarme, la correa se tensa obligándola a caminar a cuatro patas. Son 3 pasos hasta la puerta, los suficientes para que se sienta humillada al verse tratada como una perra. Una auténtica perra. Que provoca los primeros resultados. Y: Ahhh... -gime D: ¿Qué? ¿Decías algo? Y: …. D: Me había parecido. Vamos a la mesa, estoy hambriento. Y de nuevo la correa se tensa, pero esta vez no van a ser 3 pasos. Hay que atravesar todo el pasillo hasta llegar a la habitación del fondo. D: Qué buena pinta tiene todo -mientras aparece una mesa con comida tras acceder al comedor. Sin soltarla, llego hasta el extremo de la mesa y tomo asiento frente a uno de los platos. D: ¿Te vas a portar bien? Y: … sí... D: Buena chica -mientras desabrocho la correa del collar. Tras sentirlo, hace ademán de levantarse pero mi mano sobre su hombro la frena. D: ¿Qué haces Sucia Negra? ¿Dónde crees que vas? Y: … a la mesa... a cenar... no? D: ...
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