1. MI ABUELITA MARTHA 1


    Fecha: 29/10/2018, Categorías: Incesto Autor: carlitos1972, Fuente: SexoSinTabues

    ... para abrir las ventanas como lo hacía todas las mañanas, en efecto ella dormía, más aun, estaba roncando un poco. Debido al calor y a petición de ella, en los días previos yo había ubicado su cama, pegada a la pared donde estaba la ventana que daba hacia el patio posterior. Así fue pues que la encontré durmiendo boca arriba, su pierna enyesada totalmente estirada y su pierna derecha casi totalmente flexionada y apoyada sobre la pared, las sabanas a un costado. Ella era una señora de 66 años, no muy alta, era muy blanca, cabellos canos que se los pintaba ocasionalmente, era de contextura normal, ni gorda ni flaca, tenía unos enormes pechos ya un poco caídos, si era muy caderona, tenía unas posaderas muy prominentes. Sonreí, y entonces al aproximarme hacia la ventana pude ver con más detalle sus muslos blancos, fuertes, y la tela del faldón se le había caído delicadamente, como haciendo una invitación a indagar que más había adentro. No sé qué pasó por mi cabeza exactamente pero sentí morbo, sentí lujuria, sentí que estaba a punto de hacer una travesura indebida, y después de dudarlo por unos segundos lo hice. Simplemente me incline desde el borde de la cama, y desde ahí lo vi, era la raja peluda de mi abuela, me quedé con la boca abierta, tenía ella algunos vellos canos que se mezclaban con otros negros, todos alborotados. Miré en mi short y noté una tremenda erección, me palpitaba la verga, me saboreaba los labios de ver esa imagen tan exquisita del sexo de mi abuela, su ...
    ... concha peluda, y seguramente transpirada por el calor de esa mañana. La contemplé varios minutos mientras me sobaba el bulto. Ah caray! pensé, no aguanté más y me saqué la verga y empecé a masturbarme viendo todo eso. Apenas pude llegar al inodoro de su baño privado para arrojar mis mecos, al bajar la palanca del baño, no pude evitar despertar a mi abuela con el ruido; al salir del baño la vi estirar sus brazos y acomodar su pierna, le abrí la ventana, y nos dimos un feliz buenos días. Al día siguiente fui por más! A la mañana siguiente, me desperté temprano nuevamente pero esta vez ya más decidido a hacer algo más; entré sigilosamente a la habitación de mi abuela, ella dormía plácidamente, yo ya caminaba hacia adentro con mi verga en la mano, contemplándola, esta vez ella estaba toda estirada pero eso no me impidió, levantarle la falda del pijama con mucho cuidado. Oh si, ahí estaban sus piernas ricas, me animé por mas, y apareció su vagina deliciosa. Uffff que deliciosa se veía, de pronto ella hizo un movimiento leve, yo me quedé de piedra conteniendo la respiración; ella había flexionado nuevamente su pierna como el día anterior, así que su concha peluda quedó totalmente expuesta. Parecía que inconscientemente ella estaba pidiendo que se la cojan. Yo empecé a pajearme frenéticamente mirando su cuerpo, sus piernas, esas tetas cubiertas apenas por su pijama que no dejaba mucho a la imaginación. El momento del climax, no llegaría al baño esta vez así que en un momento de ...
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