1. Con ayuda de mi suegro


    Fecha: 06/11/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Sandra_lujuria, Fuente: CuentoRelatos

    ... estar un rato ahí, lo puso más abajo lo atrapé con mis muslos. Sentí cuando escupió para que su cosa resbalara mejor entre mis piernas. –Déjame cogerte, no seas mala. Ahí tienes el dinero, ándale. Te juro que termino rápido. -No sé, suegro. No me tomo las pastillas desde que llegamos aquí, no he tenido dinero para comprarlas- Lo caliente que me sentía a esas alturas, había hecho flaquear mi voluntad y después de tanto tiempo sin tener sexo, me moría de ganas por sentirme penetrada aunque fuera por él. -No creo que haya problema si me vengo afuera. No seas mala, aunque sea déjame meterte la puntita. -¿Me promete que se viene afuera? -Sí, guapa. Mira cómo estamos de cachondos los dos, te va a gustar- La verdad es que el viejo no estaba tan mal dotado y se me antojaba mucho su verga. Te prometo que me vengo afuera. -Bueno, entre de una vez. Para quitarnos las ganas. Y que le quede claro que lo hago nada más por el dinero- Tomé mis nalgas con ambas manos para abrirlas y paré el culo. Don Fernando escupió una vez más y su saliva me escurrió por toda la rayita. Con mi entrada tan lubricada, su cacho de carne se me hundió con facilidad. Mantuve mis nalgas abiertas mientras mi suegro me penetraba despacio y bien hasta el fondo. –Cómo te siento, Fernando- le dije disfrutando de lo que me hacía y me permití gemir bajito. Como veía que no me daba duro como yo quería, empecé a moverme debajo de él apurando las metidas que me daba. Me cansé luego de un rato y le dije que me dejara ...
    ... montarlo. Me senté en sus piernas dándole la espalda y cuando me ensarté en su miembro, me planté firmemente en el piso y empecé a mover el culo como una loca. –Me encanta tu verga, papi- Le dije mirándolo sobre mi hombro. Cuando estaba cerca de venirme, me le subí encima y me abrí de piernas para que me siguiera cogiendo. Sus dientes se clavaban en mis pezones y eso me hacía gemir y disifrutar aún más. -Fernando, ya no puedo, siento muy rico- inhalé ruidosamente y al instante siguiente todo mi cuerpo se contrajo en un riquísimo orgasmo que duró bastante. Al final estaba sacudiendo el culo con mucha fuerza y cuando quise parar, ya fue demasiado tarde. -¡No, Fernando! Te dije que no me estoy cuidando- Traté de quitarme de encima, pero el hombre me abrazó por la cintura y arrojó su leche cuando su miembro estaba más adentro de mí. -¡No! ¿Terminaste dentro verdad?- Me puse de pie y me asomé hacia mi vulva -Perdóname, Sandra. No me pude aguantar Pero ¿A poco no estuvo bien? Coges muy rico. -Pues sí me gustó, pero mira- dos hilos de semen se desprendían de mi vagina y fueron a parar al piso convertidos en grandes gotas. -¿Qué voy a hacer si me embarazo? No ves que Roberto es estéril ¿Cómo le digo que estoy esperando un hijo? -Cálmate, ve a lavarte. Seguro que no pasa nada. Al poco tiempo, yo tenía claros síntomas de estar encinta. Lo peor no eran las nauseas matutinas, lo peor era que recién me había separado de Roberto y aún lo amaba. No pude irme a Estados Unidos con mi hermana Flor, ...